La Policía Metropolitana de Londres ha detenido a al menos manifestantes patriotas británicos en una nueva jornada marcada por las concentraciones frente a hoteles que acogen a inmigrantes ilegales después de que este viernes un tribunal fallara a favor de mantener abierto el centro de extranjeros en el hotel Bell, en la ciudad de Epping.

El Gobierno obligó a los agentes a mantener la vigilancia y a reprimir a los manifestantes, incluso con un helicóptero desplegado, y evitaron que lograran acceder a los recintos hoteleros. Alegan «disturbios» como motivo de la detención.

«Nos hemos preparado con recursos adicionales para vigilar las protestas en los hoteles para inmigrantes durante las últimas semanas y este fin de semana no es una excepción», ha declarado el comandante Adam Slonecki, a cargo de la vigilancia policial en Londres.

En total, la asistencia ha alcanzado, según la Policía, una cifra de 500 personas, en unas jornadas de protesta que se repiten de manera continua desde hace varios meses tras la detención de un inmigrante etíope por agresión sexual. Muchos de los manifestantes han señalado que se «vulneran» sus derechos para proteger a violentos extranjeros «y falsos solicitantes de asilo»: «Esto ya es un régimen dictatorial».