Una investigación explosiva ha revelado que Canadá ya está practicando eutanasia en secreto a ciudadanos por enfermedades mentales y el gobierno de izquierda está presionando para expandir la práctica aún más.

Las revelaciones aparecen en un nuevo artículo publicado en The Atlantic titulado “Canadá se está matando a sí mismo” por la periodista Elaina Plott Calabro.

Calabro detalla cómo el programa nacional de “Asistencia Médica para Morir” (MAiD) ha crecido mucho más allá de lo que los políticos prometieron inicialmente.

Cuando se legalizó la eutanasia por primera vez en 2016, a los canadienses se les aseguró que habría límites estrictos.

Inicialmente, sólo eran elegibles aquellos con una enfermedad terminal y un sufrimiento insoportable.

Pero casi inmediatamente, activistas y burócratas comenzaron a presionar a favor de la expansión.

Ahora, el régimen ha ampliado MAiD a un programa de eugenesia que incluye la eutanasia de personas con discapacidades, enfermedades crónicas e incluso de quienes viven en la pobreza y dicen que «no pueden seguir adelante».

El Colegio de Médicos de Quebec llegó incluso a recomendar la legalización de la eutanasia para los recién nacidos con discapacidad, una práctica que recuerda algunos de los capítulos más oscuros de la historia.

En 2023, un comité parlamentario canadiense recomendó permitir la muerte asistida para “ menores maduros “y aquellos que presenten “solicitudes anticipadas” para ser asesinados en el futuro una vez que pierdan la capacidad.

Sin embargo, el término sospechosamente vago “maduro” ha suscitado grandes preocupaciones sobre la difuminación de los límites a medida que el país se desliza por la resbaladiza pendiente de la muerte a pedido.

La expansión más escalofriante está prevista para 2027, cuando la eutanasia sólo por enfermedades mentales será oficialmente legal.

El plan del gobierno para comenzar a practicar eutanasia a ciudadanos con enfermedades mentales está previsto que se implemente en marzo de 2024.

Sin embargo, el lanzamiento se retrasó hasta 2027 debido a la reacción de los médicos que se negaron a practicar eutanasia a sus pacientes por la única razón de que padecían problemas de salud mental.

A pesar de las advertencias de los principales grupos psiquiátricos de que no existe una base científica para determinar cuándo un trastorno mental es verdaderamente “irremediable”, los legisladores están avanzando.

Los críticos advierten que esto difumina la línea entre la atención médica genuina y el suicidio sancionado por el Estado.

Sin embargo, a pesar de que la fecha oficial para la expansión está fijada para 2027, ahora han surgido pruebas de que el gobierno canadiense ya ha puesto en marcha el plan en secreto.

Según testimonios de expertos, la eutanasia en casos de enfermedades mentales ya se practica.

La doctora Mona Gupta, presidenta de un panel federal sobre MAiD psiquiátrica, admitió:

“Las personas con trastornos mentales están solicitando y accediendo a MAiD ahora”.

Muchos de estos casos involucran a pacientes cuyas solicitudes están motivadas por depresión, tendencias suicidas o desesperación social, pero que califican debido a otra condición médica menor.

Un caso infame involucró a Alan Nichols, un hombre de 61 años con antecedentes de depresión.

Mientras estaba bajo vigilancia por riesgo de suicidio en un hospital de Columbia Británica, Nichols solicitó MAiD, como informó Slay News en ese momento.

Semanas después fue sacrificado alegando “pérdida auditiva”.

Las llamadas salvaguardias son muy débiles.

En 2024, más de 470 canadienses fueron sacrificados sin siquiera recibir antes cuidados paliativos.

Muy pocos solicitantes se someten a evaluaciones psiquiátricas para determinar su competencia o coerción.

En la práctica, los evaluadores parecen buscar razones para aprobar, no para rechazar.

Es por esto que los críticos dicen que el sistema MAiD de Canadá se ha convertido en una cinta transportadora hacia la muerte para los vulnerables, los pobres , los sin techo , los discapacitados y aquellos que luchan con enfermedades mentales .

Lo que está sucediendo en Canadá refleja fielmente la trayectoria de los regímenes de eutanasia más permisivos de Europa.

Bélgica y los Países Bajos también comenzaron con “salvaguardias” estrechas, limitadas sólo a las enfermedades terminales, pero rápidamente ampliaron la elegibilidad a pacientes psiquiátricos, individuos discapacitados e incluso niños.

En los Países Bajos, ahora es posible practicar eutanasia a menores de 12 años con el consentimiento de sus padres y el año pasado el gobierno holandés amplió el acceso a la eutanasia a niños con enfermedades terminales de cualquier edad.

Bélgica, por su parte, permite la eutanasia en casos de depresión, autismo y otros trastornos psiquiátricos.

Incluso ha habido casos de personas sacrificadas por estar “cansadas de la vida”.

Los críticos advierten que Canadá está siguiendo el mismo camino, donde las promesas iniciales de “límites estrictos” dan paso a una expansión implacable hasta que la eutanasia se convierte en una respuesta normalizada al sufrimiento, la desesperación o la incomodidad.

La Coalición para la Prevención de la Eutanasia exige que el gobierno canadiense finalmente realice una revisión completa de la ley, algo prometido hace años pero nunca cumplido.

El grupo insta a los ciudadanos a respaldar el proyecto de ley C-218, una legislación que bloquearía la eutanasia únicamente por enfermedades mentales.