Esta vez ha sido un alemán o, por mejor decir, un «alemán» el presunto culpable del asesinato de un agente de Policía en la pequeña localidad de Völklingen, en el Sarre.

Sólo que este «alemán», de 18 años, tiene nacionalidad turca. El sargento de policía de 34 años inició una persecución a pie hasta que entabló una lucha con el sospechoso, que le arrebató la pistola reglamentaria y le disparó varias veces hasta matarlo.

El incidente comenzó a las seis de la tarde, cuando el sospechoso robó en una gasolinera, amenazó al personal con un cuchillo, les quitó el dinero a las víctimas y salió corriendo. Dos policías persiguieron al sospechoso y lo capturaron pocos minutos después. El sospechoso logró apoderarse de una pistola y mató al sargento.

El sargento sufrió heridas graves y falleció poco después del tiroteo en el Hospital Universitario de Homburg. Su compañero resultó ileso, pero se encuentra en estado de shock.

Aunque el sospechoso tiene doble nacionalidad, el delito se registrará como cometido por un alemán. Así funcionan las estadísticas policiales del país, que catalogan como «alemán» a cualquier ciudadano alemán, incluso si tiene otra nacionalidad.