Salvamento Marítimo ha acudido a 430 kilómetros de las costas españolas para interceptar un cayuco a la deriva en el que viajaban 236 inmigrantes ilegales de origen subsahariano. La embarcación fue detectada en la madrugada del domingo por un mercante que navegaba en la zona, lo que permitió activar de inmediato el operativo de intercepción.

El barco que dio la alerta, el buque Teos, informó al Centro Nacional de Coordinación que la precaria embarcación carecía de motor y se encontraba sin rumbo. El mercante llegó a sujetarla con un cabo para evitar que se perdiera, pero advirtió de que no podía asumir la evacuación por la falta de condiciones de seguridad, por lo que solicitó ayuda urgente.

La localización del cayuco se produjo dentro de la zona de Búsqueda y Rescate compartida entre España y Marruecos (SAR). Sin embargo, Rabat comunicó que no tenía unidades disponibles en el área, de modo que la operación recayó íntegramente en los servicios españoles. Desde Las Palmas se envió a la guardamar Urania, que a las 02.15 horas del domingo confirmó el rescate de todos los ocupantes.

Entre los 236 rescatados había hombres, mujeres y varios menores, aunque el número exacto y el estado de salud de cada uno de ellos no se conocerán con detalle hasta su llegada a tierra. La Urania tiene previsto atracar sobre las 15.15 horas en el puerto de Arguineguín, en Mogán (Gran Canaria), donde serán recibidos por el dispositivo sanitario y policial. Este es el primer auxilio en la Ruta Canaria desde el 12 de agosto, cuando dos embarcaciones con 67 personas fueron socorridas en Lanzarote y Gran Canaria.

En paralelo, otro aviso movilizó a Salvamento en aguas del Mediterráneo. El mercante STEN Pontos localizó de madrugada una neumática con siete hombres de origen magrebí a unos 52 kilómetros de Cabo de Gata (Almería). La Salvamar Spica salió desde el puerto almeriense y, tras escoltar al mercante hasta el punto de encuentro, procedió al traslado de los ocupantes a tierra. Los siete desembarcaron en Almería poco después de las 7:00 horas para ser atendidos según el protocolo habitual.