El mejor Urdiales dicta su toreo clásico y eterno en “su” Bilbao
La cuadrilla del Búcaro.- Llegó este año sin estar anunciado, pero no importa, Diego Urdiales no necesita presentación en Bilbao, su coso talismán, donde tantas tardes ha (re)brotado el mejor Urdiales. Y en esta ocasión me lo he perdido, créanme que ahora lo siento más, pero en todos los sitios no se puede estar.
En una temporada extraña, complicada y con menos contratos, ha tenido que ser “su” Bilbao, no podía ser en otro sitio, donde el Maestro de Arnedo ha dictado su torero clásico y eterno. Ya me tenían avisado que en Alfaro había estado cumbre, otro coso imprescindible en su carrera, y luego aparece en Málaga, sustituyendo a Morante, volviendo a encontrar su senda de artista incombustible al tiempo y a los manejos de despachos insensibles al arte eterno.
Devoro todos los vídeos que circulan por las redes, esa mano izquierda sin toques previos, con tanta verdad que emociona en belleza y naturalidad única. Volapié de triunfo y otra puerta grande, tan oportuna, tan necesaria. Y me alegro tanto, mucho, Urdiales sigue su carrera de fondo, mirándose a su propio espejo, reflotando las ilusiones para seguir toreando hasta que él quiera. Nos lo perdimos ayer, pero sigue estando ahí, y esa es la mejor noticia. Lo veré en Logroño y si puede ser antes, mejor.











