Los que pasamos el medio diglo y frisamos los 60 años de sufrimiento patrio, miramos ojiplaticos esta España indolente, cobarde y apesebrada, que vende su honra por un Ingreso Mínimo Vital, una renta de inserción o la ayuda para mayores de 52 años.

Si viviera don Antonio Machado diría:
“Ya hay un español que quiere vivir y a vivir empieza” , entre una España que “arde” y una España en la Mareta.

Españolito que vienes al mundo, te guarde Dios, una de las dos España ha de vacunarte de COVID, abandonarte en una Dana, olvidarte en un volcán, meterle fuego al país, machacarte a impuestos o facilitar que os violen y apuñalen.

Y sí, el futuro de España está en mano de pirómanos, proxenetas, ahoga a valencianos, expoliadores impositivos con casoplones en Republica Dominicana.

Invadidos con puente de plata, una juventud preparada y condenada a vivir en casa paterna mientras espera la defunción de sus progenitores como única forma de ser propietario: eso o emigrar.

Ver a Sánchez en esa rueda de prensa con mandíbula inquieta y ojos desencajado, un fulano que si algún día “deja” el poder, no podrá vivir en España ni con escolta, es el claro ejemplo de la decadencia de un país.

Gracias a Dios y después de incendios, danas, volcanes , nevadas e invasiones, sólo nos queda una guerra, para que la cerdocracia que nos enfrenta y manipula dé su golpe final, aunque puede que algunos apuntemos al verdadero enemigo. A ellos.

*Ex coordinador de Vox en Mijas (Málaga)