El valor superlativo de David de Miranda conquista Málaga
Metido en la treintena y con 11 años de alternativa, David de Miranda sigue siendo uno de los toreros más indescifrables del escalafón: de repente se cuenta con él y de repente no. El valor superlativo demostrado hoy (y tantas tardes) y el arraigo que tiene para encajar el cuerpo y torear cuando las embestidas se lo permiten, hacen del onubense un torero que, de estar en las ferias, tendría un presente más adecuado a su mérito.
Escribano, más veterano, sigue siendo uno de los toreros que cuando toma el pulso con la zocata, torea superior. En otra tarde de papel acabado, a las dos lecturas anteriores hay que sumar la racha de suerte mala de Roca Rey y una corrida de Victoriano del Río con tres toros para el toreo y tres para no aburrirse y apostar.
Se estiró a la verónica David de Miranda frente al tercero, un toro que no tuvo nunca una embestida clara. Estuvo el de Victoriano del Río muy complicado durante el tercio de banderillas y, posteriormente, exigió a De Miranda una exposición y determinación total. El onubense suplió las desiguales embestidas del toro con un valor y un tremendo arrimón, tragando mucho, jugándose la cogida en cada muletazo. El toro, que no humilló nunca, se tragó los muletazos del diestro en una actuación rotunda por la verdad y la exposición. Puso en pie al público, dejándose tocar los muslos con los pitones en varias ocasiones. Importantísima faena de David de Miranda. Remata su valerosa labor con un ajustadísimo final por manoletinas. Estocada en todo lo alto. Dos orejas unánimes.
Cerró la tarde un toro de Victoriano del Río que no se definió en los primeros tercios, con embestidas con mayor ímpetu que clase. Algo desordenado fue el tercio de varas, con el toro entrando en los dos caballos. No le importó a David de Miranda, que comenzó con mucha quietud con unos estatuarios que pusieron a La Malagueta en pie. Tragó mucho en cada pase, con el toro embistiendo de manera desigual, sobre todo sobre la mano izquierda. En un momento de máxima exposición, sufrió una dura voltereta en la que se salvó de la cornada de milagro. Mermado por la paliza, volvió a la cara del toro para, tras la estocada, pasear otra oreja de peso.
Escribano comenzó la tarde de manera explosiva, yéndose a portagayola y dejando después del envite un ramillete de verónicas en las que el de Victoriano del Río embistió con el pitón de dentro con transmisión. Continuó el repertorio capotero del sevillano con un galleo por chicuelinas al paso, llevando al toro al caballo. Roca aprovechó su turno de quites para dejar unas tafalleras y chicuelinas como carta de presentación. Fue bravo y bueno el toro en el tercio de banderillas, algo que continuó en la faena de muleta. Escribano inició en los medios con unos pases cambiados por la espalda mirando al tendido y, después, firmó una importante labor ante un toro que pedía el carnet por su calidad. Lo mejor llegó sobre la mano izquierda, con muletazos de trazo largo en los que el animal humilló y repitió. Importante toro de Victoriano del Río, e importante Manuel Escribano. Estocada fulminante. Con una oreja concedida, el público siguió pidiendo la segunda, pero el presidente no la concedió.
Volvió a irse Manuel Escribano a portagayola frente al cuarto, dejando otra vez una larga cambiada y unas verónicas de buen gusto. Expuso mucho en el tercio de banderillas, sobre todo en el último par, como preludio a una faena de mucha madurez y capacidad. El toro, que pese a sus buenas condiciones, tenía sus teclas que tocar, por lo que Escribano fue poco a poco pulseando las embestidas para firmar una labor que destacó, sobre todo, en el toreo al natural, de trazo largo y mandando siempre en la embestida del Victoriano. La estocada, fulminante. Oreja de peso.
El segundo de la tarde tuvo menos lucimiento que el primero. Con él, David de Miranda dejó su carta de presentación en Málaga con un quite por saltilleras de mucha quietud y ceñimiento. Todo en una baldosa. El toro marco su querencia a toriles durante los primeros tercios, y lo confirmó en la faena de muleta. Se vivieron momentos de peligro en el inicio de la labor de Roca Rey, con el toro metiéndose por dentro en varias ocasiones y protestando al tercer muletazo. En los terrenos de la querencia del animal, dejó un final de faena con el sello de su concepto. Circulares invertidos y un final en las cercanías elevaron el nivel de una faena de altibajos por la condición del burel. Estocada fulminante.
El quinto de la tarde fue devuelto después de acusar un problema en la pata derecha, saliendo un sobrero de la divisa titular deslucido en su comportamiento. Lo intentó Roca Rey frente a las desiguales embestidas del animal de Victoriano del Río, tragando y exponiendo en cada pase. Dejó muletazos sueltos sobre la mano izquierda de poco eco por los enganchones y los desarmes. Acabó en los terrenos de las cercanías, en un alarde de valor del peruano frente a un toro que tuvo peligro. Estuvo desacertado con la espada. Dos avisos. Tuvo que hacer uso del descabello. Silencio.
Ficha del Festejo:
Hierro de Victoriano del Río – Plaza de toros de Málaga- Sexto festejo de la Feria Taurina de Málaga 2025. Toros de Victoriano del Río (5º bis), de buena presentación en líneas generales y variados en su juego y comportamiento, destacando por encima del resto el primero de la tarde, con clase y humillación.
• MANUEL ESCRIBANO, oreja con petición de la segunda y oreja
• ROCA REY, ovación y silencio tras dos avisos
• DAVID DE MIRANDA, dos orejas y oreja
Incidencias: Antes de iniciarse el paseíllo, sonaron los acordes del Himno Nacional de España.











