Se puede ser tonto, mala persona, o la suma de las dos cosas: Pedro
Ramón Pérez-Maura.- Es un punto de vista bastante extendido que para ser una mala persona hace falta ser muy listo. Yo creo que a lo largo de los últimos años hemos tenido testimonios de que Pedro Sánchez encajaba en el perfil de listo y mala persona. Pero sus últimas derivas me hacen pensar que va en otra dirección. Muy preocupante para España.
Yo creo que se puede discrepar de Donald Trump en muchas de sus políticas y en casi todas sus formas de ser y comportarse. No me parece que él sea un ejemplo de educación. Tampoco creo que Trump fuera el modelo que tenía en mente Alfonso Ussía cuando publicó su Tratado de las Buenas Maneras hace casi 40 años. Pero lo que no se puede hacer es enfrentar a tu país con los Estados Unidos por causas incomprensibles y, en el mejor de los casos, bastardas. El objetivo evidente de Trump es defender los intereses de los Estados Unidos. Habrá que ver con qué éxito lo hace. Pero que lo intente no puede convertirle en nuestro enemigo.
Mi admirado David Alandete es corresponsal en Washington de casi tantos medios como una agencia de prensa: Cope, Trece, TeleMadrid y ABC y en este diario publicaba una espectacular exclusiva el pasado domingo. «La directora de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Tulksi Gabbard, ha abierto una investigación formal sobre los contratos del Gobierno español con Huawei y sus posibles vínculos con China para determinar si representan un riesgo para la seguridad dentro del foro de la OTAN y en las bases militares compartidas (…) Desde esa Dirección Nacional de Inteligencia también se confirmó al periódico el viernes que ‘la investigación ya está en curso al existir motivos para someter a revisión la cooperación bilateral por sus vínculos con una empresa china’. A finales de mes estará cerrado un informe que, de concluir que esos contratos se mantienen, habrá una notable limitación del flujo de Inteligencia compartida, crucial para las Fuerzas de Seguridad del Estado».
España tiene unos vínculos con la empresa Huawei en los que es muy sospechosa la actitud de Sánchez respecto de la dictadura de Pekín, los intereses allí de José Luis Rodríguez Zapatero y de la empresa de las hijas de este. ¿Cómo se puede dar prioridad a esa relación comercial sobre los intereses superiores de España? Y lo que es peor, en plena negociación de acuerdos bilaterales envueltos en una guerra de aranceles. Sí, ya sabemos que esa guerra la ha desatado Donald Trump. ¿Alguien cree que Pedro Sánchez la está librando de la forma más brillante?
El Gobierno español ha filtrado a los medios afines que va a renunciar a la compra de cazas F-35 sin haber comunicado nada con antelación a Washington. Es difícil ser más prepotente. ¿Esperan que venga la Administración norteamericana corriendo a suplicarnos que compremos los cazas? Hace falta ser tonto para creer que la posición de España frente a Estados Unidos se va a reforzar con este anuncio unilateral. Estados Unidos se toma muy en serio estas ventas. En 2019 fue cancelada la venta de F-35 a Turquía por haber comprado sistemas rusos. Algo similar a lo que está haciendo ahora España con Huawei, aunque no sea para los futuros F-35, pero sí para las Fuerzas de Seguridad del Estado.
En medio de este desbarajuste, hemos conocido en las últimas horas, también por medio de ABC que Estados Unidos va a vetar la ruta marítima que pasa por Algeciras, el puerto más importante de España en términos de tráfico. ¿Cómo se hace esto? Muy sencillo. A nadie le puede impedir Washington que atraque en Algeciras. Pero sí puede prohibir entrar en puertos norteamericanos a los barcos que hayan atracado antes en Algeciras. Igual que lo han hecho con cualquier barco que haya atracado en Cuba. Nos están igualando con la dictadura cubana.
Quizá Donald Trump no sea el mejor plan para irte de vacaciones a Marbella o a Cedeira. Pero Trump es el que hay. Y en lugar de intentar no chocar con él, Sánchez y Napoleonchu hacen todo lo posible por confrontarle. Se creen superiores. Y creen que van a liderar una liga internacional contra el trumpismo. Que Santa Lucía les conserve la vista. Y que Dios se apiade de nosotros.











