La feria taurina de Huesca batirá récords conocidos y desconocidos. Y no es un milagro de San Lorenzo
Huesca es una ciudad símbolo de la llamada ‘España vacía’, con una población que ronda los 55.000 habitantes. La ciudad de la albahaca comienza sus fiestas amparada casi en lo absoluto por la feria de toros de San Lorenzo. Propone la empresa Tauroemoción cuatro corridas de toros, una de rejones, una novillada sin caballos y una becerrada. Y la respuesta ha sido acabar el papel en dos de ellas, tener una tercera al borde de lo mismo y, como mínimo, un lleno en la cuarta. No hay datos históricos en esta ciudad sobre este récord que marcará un antes y un después en la capital.
Trasladando cifras, resultaría que el ciclo tendrá una asistencia de público, en la suma de todos los festejos, muy superior a los habitantes censados en la ciudad. No hay caso similar. Y si alguien apela al milagro o a circunstancias aleatorias, no acierta. Todo es fruto de tres cosas: trabajo, trabajo y trabajo. El trabajo de una empresa llamada Tauroemoción, que ha logrado un sitio de honor en el panorama taurino de la mano de Alberto García. Los milagros, que pueden existir, no vienen por rezar a San Lorenzo.
Alberto García llegó a este mundo desde el festejo popular. Conocía entonces el paño de la base social desde el lado del festejo de la otra tauromaquia, sí, pero con un máster en todo lo que significa el apego a cada lugar, a cada pueblo, a cada ciudad. Las relaciones de empatía social de cada lugar. Esa forma de trabajar, conociendo la base social y dando respuesta cercana a esa gente, casi uno por uno. Esa es la causa de que Huesca logre este año cifras que van a perdurar muchos años como imbatibles.
Si algo necesita el toreo es trabajo. Pero no el trabajo de licitar, ganar, ir unos días e irse. El trabajo de analizar, proponer, ganar, prometer y cumplir ser uno más en la sociedad de cada lugar. Poner el toreo en el día a día de esa localidad, hacerlo partícipe de sus gentes los 365 días al año. Alberto García, además, ha logrado ser un empresario cuyas dotes de buen trato y proximidad agradan al político. Al de izquierdas, como el caso de Zamora, y al del otro lado.
Y hablamos de políticos porque la política tiene que ver mucho con la gestión de esas ciudades de provincia que nutren el desastre de la ‘España vacía’, que tanto ha afectado a los toros. La ‘España vaciada’ ocupa el 77% de la superficie de España, pero sólo alberga el 10,4% de la población y el 8,4% del Producto Interior Bruto (PIB).
Más de la mitad de los municipios españoles (62%) han perdido población en las últimas décadas, coincidiendo casi minuto a minuto con la pérdida de más del 65% de la oferta de festejos taurinos en el mismo tiempo y espacio. El toreo, que no le quepa duda a nadie, es causa de arraigo, riega las raíces de cada lugar como punto de encuentro de la población, del lugar esté donde esté.
Más allá del ‘efecto Morante‘, también acaba el papel la corrida con Roca Rey y el cartel de banderilleros, que casi nadie da, roza la misma venta y la cuarta corrida será de lleno. Peñas locales, franceses, catalanes, lugareños, tránsito, consumo, relaciones, gastronomía, baile, calle. La alegría de ser Huesca por pertenecer al glorioso y humilde orgullo de la albahaca. Que es a lo que huele el olor verde de la esperanza y el orgullo de esta ciudad.











