El diablo, señor del mal y en pugna constante con Dios, señor del bien, ha descubierto que reclutando a políticos corrompidos multiplica su poder para convertir la Humanidad en un infierno.

Algunos de esos “siervos” de Satanás están “poseídos” y necesitados de exorcismo, lo que explica la profunda corrupción y maldad que los envuelve.

Hoy es fácil ver a los hijos del diablo en los palacios y ministerios generando odio, sufrimiento, miedo y muerte en decenas de países aplastados o maltratados, como Cuba, Corea del Norte, Nicaragua, Venezuela y, en menor medida, España y otras colonias del infierno en la Tierra.

¿Alguien duda que tipos como el cubano Diaz Canel, el nicaragüense Daniel Ortega y otros que gobiernan con sadismo y maldad pueden ser discípulos poseídos del diablo?

La maldad de muchos dirigentes políticos del mundo solo se explica si esos personajes dañinos son la tropa reclutada por el diablo para destrozar la Humanidad.

Los hijos de Satanás hacen sufrir a los pueblos, los dividen, los llenan de corrupción, odio, mentiras, avaricia y maldades, en todas sus facetas. Además de eso, dictan sentencias injustas, oprimen y asesinan las libertades y derechos conquistados por el pueblo.

Son los que han eliminado a Dios, los que  exterminan a los habitantes de Gaza, asesinan con el terrorismo, mienten, estafan, roban con descaro e impunidad, protegen a los delincuentes, torturan y matan..

Son los hijos de Satanás, a los que el mismo diablo ha promocionado para que sean los dirigentes de sus desgraciadas naciones.

Satanás utiliza para alcanzar su siniestro fin a los partidos políticos, transformados por él en escuelas de corruptos y delincuentes con poder e impunidad.

Los partidos políticos, sobre todo los que padecen influencia marxista, son hoy magníficas sucursales del infierno abiertas en la Tierra, donde se aprende a expoliar, aplastar, humillar y a generar odio, división, violencia, guerras, opresión, hambre, ignorancia y muerte.

Los textos escritos por el padre Gabriel Amorth, el famoso “Exorcista del Papa”, ya fallecido, inducen a pensar que el español Pedro Sánchez podría estar poseído por el diablo.

La tesis del exorcista más famoso del mundo proclama que “Si alguien propaga el mal es porque lo tiene dentro y todo mal es obra y producto del demonio”.

Afirma el padre Amorth que aquellos que tienen al demonio en su cuerpo son incansables mentirosos, destructores, propagadores de injusticias, odio y causantes de daños, sufrimiento y dolor.

Los exorcistas, expertos luchadores contra el diablo, afirman que la mayoría de los casos de posesión diabólica se dan en psicópatas y gente familiarizada con la injusticia, el odio y el rencor. También afirman que muchos casos visibles de psicopatía, sadismo y tiranía no son desequilibrios patológicos sino posesión diabólica.

Por último, sostienen que el diablo tiene preferencia por los políticos con poder, gracias a los cuales multiplica la fuerza del mal en la Tierra.

Tengo un amigo en Madrid, ex sacerdote, que cree firmemente que Pedro Sánchez es un endemoniado y que su avance hacia la tiranía, donde reina la injusticia casi sin trabas, es la prueba evidente de que sus obras son del diablo.

Medio en broma y medio en serio, el ex sacerdote repite: “Ojalá alguien pudiera rociar a Sánchez con unas gotas de agua bendita para ver si se retuerce y grita o si se mantiene impasible”.