Un subsahariano reincidente agrede y roba a una mujer en el portal de su casa y a plena luz del día en Gerona
La historia se repite en Gerona: una mujer es asaltada brutalmente en el portal de su casa a plena luz del día, y el agresor —un hombre de origen subsahariano y nacionalidad desconocida— vuelve a quedar en libertad tras pasar por el juzgado.
El último ataque tuvo lugar el pasado 24 de julio en la zona sur de la carretera Barcelona. La víctima caminaba hacia su domicilio sin saber que estaba siendo seguida. Al llegar al portal, cerró la puerta tras de sí, pero el agresor intentó forzar la entrada con una patada al cristal y, después, golpeó la puerta varias veces hasta lograr que la mujer se la abriese. En ese momento, el individuo la tiró al suelo con violencia, le arrebató el bolso y huyó.
Las imágenes captadas por una cámara de seguridad, a las que ha accedido Diari de Girona, muestran cómo el delincuente forcejea con la víctima hasta lograr su objetivo. Un testigo presencial vio al ladrón huir en dirección a las naves de la antigua fábrica Simon y alertó a los Mossos d’Esquadra, que consiguieron detenerlo el domingo. Sin embargo, al día siguiente el juzgado lo dejó en libertad con cargos.
No era la primera vez. El mismo individuo ya había agredido brutalmente a otra mujer el pasado 31 de mayo en el barrio de Santa Eugènia de Ter. En esa ocasión, abordó a la víctima en el portal, la empotró contra una pared y la golpeó con puñetazos y patadas en la cara incluso después de haberle quitado el bolso. Un testigo consiguió recuperar el bolso tras perseguir al agresor, que no obstante se llevó varios objetos.
La víctima denunció los hechos y el testigo identificó al autor en una fotografía. Se trataba de un viejo conocido de la policía, con numerosos antecedentes. Fue detenido en Lloret de Mar, pero quedó en libertad con cargos.
El historial delictivo de este individuo no acaba ahí: ha protagonizado robos violentos en farmacias de Salt, en un aparcamiento de Gerona y hasta en cuatro bares y restaurantes de la ciudad. Pese a todo, sigue en la calle.












Cualquiera doma a estos animales, son salvajes que no deberían pasearse entre humanos sin bozal.
Tenemos lo que nos merecemos por cagones
Si cualquiera se va a un país africano, y se dedica a asaltar u ofender lo más mínimo a las gentes que habitan dicho país, tengan muy claro que lo mejor que le puede pasar es que acabe expulsado. Y saben qué? Que me parece normal. Entonces, ¿porqué en este país tenemos que soportar lo que nadie en todo el planeta estaría dispuesto a tolerar?