Las encuestas electorales espolean al PP de Mazón ante una izquierda hundida en Madrid y en Valencia
Carlos Mazón ha salvado la bola de partido. A estas alturas de legislatura, propios y extrañaban pensaban que ya habría arrojado la toalla. Sin embargo, las últimas encuestas electorales, como las publicadas por El Debate, descartan cualquier efecto pernicioso en unas generales para Alberto Núñez Feijóo relacionado con la gestión de la dana que arrasó buena parte de la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre o con los pactos alcanzados entre el PP y Vox para, entre otras medidas de calado, aprobar los Presupuestos de la Generalitat y consignar 2.600 millones de euros para las zonas afectadas.
Por contra, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sigue sin cuentas mientras Mazón ha abierto el camino para que en autonomías como Murcia, Baleares, Extremadura o Aragón se aprobaran los Presupuestos para el próximo año, lo que resultaba clave para Feijóo para confrontarlos con la inacción del jefe del Eejcutivo.
Sondeos como el realizado por Target Point ya recogían en el mes de junio una caída sin precedentes del PSOE, lastrado por los casos de presunta corrupción que han llegado a la misma cúpula del partido y del Ejecutivo, así como al entorno más próximo del presidente del Gobierno y líder socialista, Pedro Sánchez, con su mujer, Begoña Gómez, y su hermano imputados en sendos procesos judiciales.
Los últimos estudios demoscópicos revelan que el PP y Vox alcanzarían la mayoría absoluta para gobernar España y poder replicar acuerdos similares a los alcanzados en regiones como la Comunidad Valenciana, donde la formación de Santiago Abascal no forma parte del Ejecutivo autonómico, pero mantiene la Presidencia del Parlamento y asegura la estabilidad de Carlos Mazón.
A nivel doméstico, las encuestas muestran una foto fija en la Comunidad Valenciana. El Partido Popular volverá a ser el más votado en unas elecciones autonómicas, aunque todavía lejos de los cuarenta diputados que cosechó en 2023 y a diez de la mayoría absoluta.
Según los estudios, el PP cosecharía entre 34 y 36 diputados. El trasvase de votos a Voz, que sumaría entre catorce y diecisiete escaños, supondría revalidar la mayoría absoluta y un respiro para Alberto Núñez Feijóo en una de sus plazas más emblemáticas. Por su parte, el PSPV-PSOE de la ministra Diana Morant toca techo en los 32 diputados, lastrada por los escándalos que acechan a su partido que la nombró a dedo, mientras que Compromís, sin un liderazgo claro tras la salida de Mónica Oltra apenas superaría los diecisiete asientos, que le condenarían a cuatro años más en la bancada de la oposición en las Cortes Valencianas.
De la misma forma que el PP tocó fondo en las encuestas tras la dana del 29 de octubre, el paso de los meses e informes incorporados a la causa judicial como el que la Guardia Civil reprocha la inacción de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) lastran la estrategia del PSOE de minar a Mazón con la dana. Ya ni la calle le apoya y este lunes la manifestación convocada en la localidad de Catarroja, una de las zonas cero de la dana donde los efectos de la histórica riada fueron más devastadores, para pedir la dimisión del presidente de la Generalitat apenas congregó a 1.500 personas. La mayoría de ellas, en esta ocasión sí, damnificadas por la catatástrofe.
Y en este contexto, a Morant le ha estallado el escándalo por el diploma falsificado por José María Ángel, que ha propiciado su dimisión como comisionado del Gobierno para la dana y su salida como presidente del PSPV-PSOE, cargo para el que fue nombrado por la propia ministra de Ciencia .
Con los socialistas descolocados, Mazón ha recuperado la iniciativa política y prepara una nueva batería de iniciativas legislaturas para septiembre, como la Ley de Defensa de las Señas de Identidad Valenciana.
Mazón, además, volvió reforzado del Congreso Nacional del PP y centrado en las tareas de recuperación de las localidades afectadas por la histórica riada que provocó 228 muertos y se llevó por delante buena parte de la provincia de Valencia.
Camps, ni rival ni adversario
La suspensión sin die del Congreso Regional del Partido Popular de la Comunidad Valenciana en el que se deben renovar las estructuras de la formación, permite a Mazón salir del foco, siempre mirando de reojo los avances de la instrucción judicial de la gestión de la dana.
Mientras, los movimientos de Francisco Camps para optar a un Congreso que ni tan siquiera está convocado no preocupan en el el Palau de la Generalitat, quien su actual inquilino no le ve ni como un rival político ni como un adversario en el PP.












Esas encuestas supongo que estarán falsificadas. No puede ser verdad!