El bananero mayor
La noticia del procesamiento del fiscal general me pilló en Colombia y no por esperada dejó de crearme una profunda sensación de que ya no es que estemos camino del bananerismo, sino que estamos metidos de hoz y coz, progresando a galope tendido en él. Somos bananeros ya y Sánchez, el bananero mayor.
Lo de Álvaro García Ortiz es ya del todo tan insostenible y un desvergüenza tal que nos coloca a nivel basura a escala mundial. ¿En qué cabeza cabe que pueda seguir siendo la máxima autoridad fiscal quien esta procesado por el Tribunal Supremo de su país? ¿ Cómo puede mandar en quienes tienen que perseguir a los delincuentes quien está acusado, por la máxima instancia judicial, de ser él un delincuente, imputado por delitos que encima se comenten en el ejercicio espurio de su cometido como tal?
Pues no solo cabe, sino que es sostenido y blindado por todo un Gobierno y los voceros mediáticos de quien es su jefe y como tal se definió cuando aquel alarde de bananerismo absoluto: «¿Y quien nombra al Fiscal General? Pues eso». Tampoco había muchas dudas de que el otro haría lo que él ordenara y en primer tiempo de saludo, además. Ahora es muy precisa: «Ni se te ocurra dimitir. A aguantar aunque te socarres, que para eso te puse ahí».
Porque ya tampoco hay duda ninguna y hasta en Europa y Bruselas se empieza a saber, aunque siempre son los últimos en enterarse de lo más evidente, dónde está y con quién se junta el presidente del Gobierno español. La cumbre con los prebostes iberoamericanos de tal cuerda, ahora camuflada en el populismo más radical, le retrató a la perfección. Faltaba Maduro, porque queda muy feo dar prueba de su imprescindible sostén del zafio y demostrado robo electoral al pueblo venezolano. Nadie en este caso ha contribuido más que el sanchismo –a través del precursor Zapatero, ahora ya gran gurú, mentor y gran visir de Sánchez– a su fraude y al blanqueamiento posterior.
Pedro Sánchez es ya uno de ellos y su adelantado mayor en Europa, tan abducido que suscribe hasta los peores ataques, como el de anteayer del colombiano Petro a nuestra historia y nuestra nación. Hoy la Leyenda Negra es ya parte del doctrinario sanchista.
Pedro se arrima a Petro y a los demás de la cuerda siguiendo la estela que le tiene marcada ZP, su referente mayor en todo y en esto de procurarse un cobijo por las Américas bananeras también. Es más, no hay nada más parecido en pelajes, modos, haceres y hábitos del más acrisolado y procaz bananerismo que la parva de la que Sánchez se ha rodeado y a la que encumbró a lo más alto con él. No desentonarían nada ni siquiera en lo del machismo más desparramado. En eso podían dar un máster y escribir una tesis doctoral con acreditados saberes y solvencia en la materia y no como los que se pone en el currículum Puente o el proconsul que ha nombrado para la dana. Y sin necesidad de «negros» que se la escriban, como a él.











