Dos «independentistas» agreden a un guardia civil en un control alegando que «no reconocemos al Estado español»
Un control rutinario que acabó con una detención por desobediencia y atentado contra un agente de la autoridad. Ser guardia civil se está convirtiendo en una profesión de más riesgo del que implica en un nivel básico. Los agentes que controlan calles y carreteras pueden encontrarse desde gente que se niega a hablar en castellano a personas que dicen no reconocer «la autoridad del Estado español». Obviamente, son una minoría entre miles y miles de conductores que presentan una actitud adecuada cada día.
Hasta cuatro días de baja ha tenido que estar un agente de la Benemérita después de que un conductor que se declaró «independentista» acabara golpeándole y rompiéndole un diente. Ocurrió en la localidad alicantina de Calpe.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) confirma los hechos ocurridos recientemente en el municipio alicantino y lo atribuyen a «un aumento de este tipo de situaciones a las que se enfrentan los agentes en los controles».
Era un control más de alcoholemia y drogas dentro de una campaña especial en las carreteras españolas. Un agente da el alto a un vehículo ocupado por dos personas y la sorpresa llegó conforme el miembro de la Benemérita reclamó la documentación del coche y la obligación de realizar las pruebas de alcohol y el test de drogas. «Directamente ellos dijeron que no atendían a las órdenes del Estado español, que eran independentistas», comenta Carlos Javier Cantero, Coordinador de Tráfico de la AUGC.
Lejos de quedarse en una forma abrupta de romper el hielo ante un sorpresivo control de tráfico, los individuos del vehículo continuaron con el mismo argumentario: «A los agentes les dicen que no son súbditos del Estado español, que no acataban órdenes y que no iban a facilitar la documentación ni realizar el test de alcoholemia».
El agente, perteneciente al destacamento de Hellín desplazado para reforzar a los compañeros de la Guardia Civil en Benidorm, tuvo que actuar lo más rápido posible al advertir que el conductor «quería darse a la fuga», según señala la citada fuente de toda solvencia.
«Es en ese instante cuando el guardia civil metió la mano dentro del vehículo para intentar quitar la llave del contacto, a lo que los dos individuos que estaban dentro del habitáculo respondieron a base de golpes con el agente», explica Cantero antes de detallar que «en uno de los impactos le partió un diente al compañero».
Los dos individuos del vehículo hablaron en todo momento «en castellano», reiterando una actitud «anarquista» ante «la autoridad de la Guardia Civil».
Ante esta actitud, los agentes detuvieron a ambos individuos por sendos delitos de «desobediencia y atentado contra el agente de la autoridad y por la negativa a realizarse la prueba de alcohol y drogas, a lo que aún respondieron solicitando el habeas corpus por considerar que su detención estaba siendo ilegal», acaba por exponer Carlos Javier Cantero.
Una artimaña que no sirve para nada
Lejos de parecer una situación sobrevenida, desde AUGC explica a este periódico que la actitud demostrada por estos individuos en un control de tráfico en Calpe sigue «la tendencia de los últimos 5 o 6 años». Según el coordinador de Tráfico de la citada asociación desde hace un lustro «se ha convertido casi en viral, se ha normalizado, encontrarnos a gente con respuestas como las que recibió el compañero, personas que incluso presentan un carnet falso haciéndose pasar por cónsul o que dicen ser del cuerpo diplomático de un país inventado exigiéndonos un trato de autoridad».
Aunque parece que no haya que aclararlo, pero Cantero explica que estas excusas «no evitan una multa ni van a tener un trato preferente o servicial. Puede ser que tengan una falsa sensación de autoridad, pero es eso, falsa».
Los agentes de la Guardia Civil están inmersos en una espiral de «faltas de consideración y aumentos de agresiones». Carlos Javier Cantero explica que «se ha perdido la autoridad, se menosprecia más, la gente está más irascible. Esto ocurre a nivel general en toda la población, pero la dinámica con los agentes es esa. Además, como las causas que se abren reciben penas irrisorias pues aún nos hemos tenido que escuchar que sale rentable pegar a un agente si la multa que te impone un juez es de seis euros diarios durante menos de un mes. Es que es verdad, les sale rentable».
El agente agredido en Calpe estuvo cuatro días de baja y los dos individuos acabaron ante el juez. Seguramente les saldrá bastante barato este acto de menosprecio y agresión. Nunca se sabrá el motivo que les llevó a plantar cara a un agente. En carreteras los miembros de la Benemérita se encuentran de todo.
El Debate












Ojala volviera la Guardia Civil y la Policia Nacional a Cataluña con su autoridad de siempre pero quitando a la totalidad de la policia autonomica
Quizas estariamos mejor y se les bajarian los humos a muchos
¿Tan difícil es llevarlos algo lejos de la carretera y darles una buena paliza por faltar el respeto a la autoridad? En las plantas de los pies no quedan huellas…
Demasiado buenismo, solo es cumplir unas normas, para TODOS. Lo de los pies, ya es de antiguo
Vamos a ver, no entiendo nada. ¿Agreden a un guardia civil? Cualquier veterano del cuerpo pensaría que es una broma del 28 de diciembre.
Detenido por agresión a la autoridad y a la espera de juicio por veinticinco años. Igual le entraba el razonamiento.