La feria de San Fermín goza de una salud de hierro
La cuadrilla del Búcaro.- El primer hecho destacado e importante es que la feria de San Fermín goza de una salud de hierro, con llenos a reventar prácticamente la mayoría de los días, y una gran demanda de entradas que no hemos podido satisfacer. Este año no he conseguido atender todas las peticiones que me han solicitado locales y foráneos, aún recurriendo al mercado negro y lo siento.
La reventa ha hecho el agosto los primeros días y muy especialmente el día de Morante, con precios muy altos para ver al genio de La Puebla. Solo el 14 he encontrado entradas con cierta comodidad.
La novillada y los Rejones, que están dentro del abono, han estado con buenas asistencias, tres cuartos el 5 con presencia aragonesa, y el 6 lleno, aunque faltara Pablo Hermoso. A efectos de caja, esos dos festejos ya estaban cobrados vayas o no.
Las peñas, que puede ser un recurso en un momento dado, han pulverizado récords de asistencia e incluso algunas, más previsoras, contaban con entradas extras por las Andanadas de Sol. Más gente joven en los tendidos de Sol y los viejos rockeros que siguen aguantando en la Solanera, que este año ha calentando de lo lindo. Solo me he mojado un toro en todo el ciclo, el tiempo ha ayudado, factor necesario para la salud financiera de la feria.
Los encierros, que son de pago riguroso desde hace unos años, han tenido entradas muy buenas y consiguiente reventa. Los apartados, a 14 lereles y donde no se puede ver un toro del gentío, más social que taurino, que lo frecuenta, han llenado, con reventa a 20 lereles o más. La visita a los corrales del Gas, este año no he bajado, me comentan ha sido intensa con largas colas.
El fin social de la feria arrojará otro año más importantes beneficios para la Casa de Misericordia y los toros cubrirán una buena parte del presupuesto de la Meca.
Saber a dónde van nuestros abonos nos tranquiliza y nos da fuerza para seguir manteniendolos. Desmenuzado el éxito económico, otro día escribiremos del balance artístico y ganadero, que no ha sido tan bonito.
Si alguno de los grandes productores ve los números se les caen las gafas como a alguno en Sevilla.











