El sanchismo avanza hacia el fascismo
¿No convocas elecciones porque sabes que el pueblo no te va a votar? ¿No te avergüenza afirmar que “hay que hacer lo que sea” para impedir que gobiernen las derechas? ¿Sabes, Pedro Sánchez, que eso es fascismo puro porque niega el derecho del pueblo a elegir, que es el principio más sagrado en democracia?
Al negarse a convocar elecciones porque las ganaría la derecha, el sanchismo demuestra que es tan totalitario y peligroso como los gobiernos de Cuba o Nicaragua y que sigue la misma ruta que emprendieron los peores tiranos del siglo XX.
El sanchismo y sus aliados llevan días repitiendo que la derecha no puede gobernar y que harán todo lo posible por evitarlo.
Dice el líder de ese “fascismo rojo” sanchista, el tal Pedro Sánchez, que no dimite ni convoca elecciones para que no gobierne la derecha, negando así el principio central de la democracia, que es el derecho del pueblo a elegir a sus representantes y dirigentes.
La Historia ha enseñado con claridad que detrás de un socialismo corrompido se esconde el peor de los fascismos. Adolf Hitler y Benito Mussolini eran socialistas antes de crear el nazismo y el fascismo.
En España nos gobiernan totalitarios dictadores que rezuman baba fascista y odio antidemocrático.
El gobierno de Pedro Sánchez es un pelele sin fuerza ni recursos que ya sólo pude ser rehén de los partidos antiespañoles que lo sostienen, a los que paga facturas indignas.
La salud democrática y la decencia aconsejan que el presidente dimita y convoque elecciones, pero se impone la soberbia del podrido PSOE, que ha decidido resistir porque sabe que perdería las elecciones.
Es un comportamiento inmoral y totalitario que niega al pueblo el derecho a votar y antepone los intereses de los partidos a la limpieza y calidad del sistema democrático.
Es un asesinato de la libertad en toda regla, un abrazo a la dictadura y una inmersión en la bajeza y la indecencia.
El sanchismo, al asumir esa política, abraza el peor de los fascismos y se lanza por la bastarda e indecente vía que conduce a la dictadura.
A partir de ahora, el sanchismo, rodeado de investigadores y jueces que descubren sus maldades e indecencias y que les empujan hasta la cárcel, se ha enrocado en la suciedad y ha cruzado las líneas rojas más dramáticas, colocándose a sólo un paso de sacar las pistolas e imponer una dictadura por la fuerza.












Mi admiración por el Sr. Rubiales, dice verdades como puños que casi nadie se atreve a insinuar