Denuncian que en Torre Pacheco (Murcia) un grupo de inmigrantes se reta para pegar palizas a la persona de más edad
Domingo, de 68 años, es vecino de Torre Pacheco, Murcia, de toda la vida. Ha visto evolucionar el pueblo y a sus gentes. El buen hombre nota que últimamente la seguridad ha menguado salvajemente. Lo notó tanto que lo lleva reflejado en el rostro. Sangre en la frente y un derrame que le llena el ojo derecho.
«Salí a pasear como todos los días», me cuenta. Domingo es un hombre de costumbres y rutinas. Despierta, le da pereza quedarse en la cama, así que se pone en pie, café y paseo al alba. «A eso de las seis de mañana pasé por el cementerio caminando. Vi a uno por allí sentado toqueteando el móvil. Otro subido en una valla gritando como un loco y un tercero que rondaba por allí».
Como nunca le había pasado nada, tampoco se inquietó. Tampoco tenía nada en los bolsillos: las llaves de casa en el derecho y un reloj de poco valor en la muñeca. «Caminé diez metros y de repente, noté que uno me hablaba en su idioma, no entendí nada y uno se me tiró encima. Acabé en el suelo y comenzó a darme».
Los otros dos miraban la agresión y se reían. Todo apunta a que pudieron grabarla con el móvil. «Fue tan rápido que me costó fijarme en los detalles. No sé por qué me pegó ni tampoco por qué no siguió dándome. Quizá porque me vio sangrando y se asustó de lo que me había hecho».
Nada más lejos de la realidad. En el pueblo los vecinos comentan abiertamente que existe un reto. «Aquí no hay un centro de inmigrantes. Lo que hay es que han venido muchos de Marruecos, sin oficio ni beneficio. Esos se han dedicado a ocupar las casas y hacer lo que quieren. Nos da miedo a todos a salir de casa. Hemos puesto alarmas, pero a ellos les da igual. Te entran y te roban. Ahora tienen un reto que es a ver quién da la paliza a la persona más mayor del pueblo», me cuenta María, vecina pared con pared de Domingo.
El de Domingo es el tercer incidente violento protagonizado por inmigrantes magrebíes en el pueblo: «Que quede claro que no somos racistas. Yo voy al súper de al lado de mi casa que son de Marruecos los dueños. Son honrados y buena gente, pero los jóvenes que han llegado solo se dedican a delinquir. Las mujeres estamos muy asustadas».












Siempre con el “yo no soy racista”. Que mas da a estas alturas? Es triste que para defender tu nacion, el sentido comun, y hasta para explicar una agresion del cual eres victima, haya que ir por delante con el famoso “ya no soy racista, que yo…”. Menudo lobotomia que se ha hecho a lo sociedad. La opinion de “progres” u otros enanos mentales ni sirve para nada, ni le debe de importar a nadie.
JEJEJE, en EEUU, estando como esta el derecho a poseer armas , no creo que hubiera pasado.
Pero aqui , como el regimen del 78 nos quiere desarmados y dociles, pues nada a servir como sparring, cabra o cajero automatico.
Yo no tengo porque decir no soy racista, si lo soy con esa gentuza.