LR.- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido este miércoles en el Congreso de los Diputados para dar explicaciones por los distintos casos de corrupción que han estallado en torno al PSOE. Aunque sí ha hecho algo de autocrítica, Sánchez se ha enrocado y ha asegurado que no va a “tirar la toalla” y que “vamos a continuar”.

“Tengo una honda sensación de decepción. En primer lugar, conmigo mismo. Y, en segundo lugar, con aquellos en los que no debí confiar”, ha asegurado Sánchez, pero también ha dicho que tiene “la convicción de ser un político limpio y con el orgullo de quien lidera un partido ejemplar”, ha añadido.

El Pleno de este miércoles es clave para Sánchez porque los socios le han estado reclamando una serie de medidas contra la corrupción tras los escándalos en el PSOE. La duda ahora es si los socios de investidura retomarán la confianza hacia el presidente o si ya está tocado del todo.

Sánchez ha dicho que cometió un error al confiar en Santos Cerdán y José Luis Ábalos, aunque se ha centrado más en explicar por qué confió en el primero. Ha explicado que cuando salieron los primeros indicios de corrupción, él estaba convencido de que era una “persona íntegra y humilde” y que le creyó cuando le convocó para que le diera explicaciones.

Sánchez ha dicho que en ese momento pensó que las noticias sobre Cerdán eran “rumores” y ha echado la culpa a un “contexto mediático de desinformación”. “Para mí, resulta evidente que me equivoqué”, ha añadido.

El presidente ha dicho, ante las risas de la bancada popular, que se llegó a plantear dimitir. Sin embargo, ha explicado que los mensajes que recibió durante ese tiempo le hicieron decidir el seguir adelante.

“No voy a tirar la toalla, vamos a continuar”, ha asegurado Sánchez, y ha enumerado tres razones. La primera, “porque soy un político limpio que desconocía las corruptelas de Ábalos y Cerdán”. “Entiendo que haya ciudadanos que tengan dudas sobre lo que sabía y sobre lo que no, pero yo no las tengo”, ha añadido.

La segunda razón: “Aspiro a recuperar la confianza de los grupos parlamentarios que, de una u otra manera, han apoyado a este Gobierno. Quiero decirles que voy a estar a la altura y voy a satisfacer sus expectativas”. Y la tercera: “El proyecto político va más allá de mi persona y aún no está culminado”.

Para demostrar que está actuando, Sánchez ha presentado un plan de 15 medidas contra la corrupción que busca prevenir casos como los que han estallado. Entre las más destacadas está la creación de una Oficina contra la corrupción, una exigencia de Sumar.

Sánchez también ha anunciado que aumentará la protección hacia los denunciantes de la corrupción y que endurecerá las penas contra las empresas corruptoras, calculando las multas sobre los ingresos anuales en vez de sobre los beneficios obtenidos.