La posición de España respecto al gasto en defensa habría “enfurecido” a otros Estados miembros.

Sánchez y Trump consuman su choque tras meses de guerra arancelaria y disputas por el gasto militar.

La negativa de España fue la única voz discordante en la cumbre de la OTAN que selló el compromiso de los países miembros a incrementar su gasto en defensa hasta el 5% del PIB. Pedro Sánchez, que había fijado en el 2,1% el límite en el PIB español a destinar en defensa, aseguró que España “cumplirá con las capacidades” bajo ese porcentaje. Sin embargo, la posición de España fue duramente criticada por Donald Trump y, según fuentes de la OTAN consultadas por Financial Times, también molestó a las delegaciones de otras naciones.

“Fue egoísta e irresponsable”, asegura un diplomático europeo al citado diario, aseverando que “todos tenemos dificultades para gastar, pero él (Sánchez) ha intentado centrar todo en él”. Otros delegados de países miembros se quejaron de que España pudo aceptar “la ambigüedad” de la declaración de la cumbre y los amplios plazos para alcanzar el objetivo de gasto “sin hacer ruido”.

También el medio estadounidense Politico ha asegurado que la posición española sobre el gasto militar ha “enfurecido” a otros Estados miembros de la OTAN: “No tengo palabras para expresar mi disgusto”, expone un funcionario europeo de defensa al citado medio en un artículo bajo el titular “El nuevo villano de la OTAN: España”.

Muchos se preguntan ahora cuál será la fórmula en la que Trump cumpla su amenaza contra España para, como aseguró en rueda de prensa, hacer que pague a través del comercio el incremento del gasto en defensa que Sánchez insiste en no acometer: los acuerdos comerciales, como recordó el ministro de Economía Carlos Cuerpo, se negocian en bloque con la Unión Europea, aunque existen algunas excepciones en determinados productos.

Más allá de la crítica de Trump, también la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, se mostró irónica al ser preguntada por la negativa de Sánchez al compromiso del 5%: la mandataria aseguró que todos los países, incluida España, habían firmado el mismo compromiso. “Creo que no he escuchado en la intervención de nadie esta mañana temas polémicos o discordantes. Todos lo hicieron y dijeron, viva, muy bien, bravo”, aseguró Meloni a los medios de comunicación tras la cumbre.