La economía española creció un 0,6% en el primer trimestre de 2025, según el dato confirmado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto supone una décima menos que el 0,7% del trimestre anterior, pero casi la mitad que el 1,1% del primer trimestre de 2024. Se trata además del peor dato para un arranque de año desde el primer trimestre de 2020, en plena pandemia de covid.

En un contexto de guerra comercial, el consumo privado salvó al PIB español, ya que por componentes se revisa ligeramente al alza la demanda interna y a la baja la externa (+0,1 y -0,1 puntos, respectivamente), pero se observa una ralentización del consumo y la inversión. En este sentido, el gasto en consumo de los hogares creció un 0,6%, dos décimas más de lo avanzado, pero inferior al 0,9% del trimestre previo. Por su parte, la inversión aumentó un 0,9%, tres décimas más de lo adelantado, pero muy por debajo del 3% del cuarto trimestre.

La variación interanual del PIB fue del 2,8% este trimestre, cinco décimas menos que la del trimestre precedente. La demanda nacional aportó 3,2 puntos al crecimiento interanual del PIB. Por su parte, la demanda externa contribuyó con -0,4 puntos.

Para el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, España mantiene un “fuerte crecimiento” en el primer trimestre del año, apoyado en el consumo privado, la inversión en bienes de equipo y el repunte de la construcción. El Departamento que dirige Carlos Cuerpo destaca, además, que el crecimiento español es superior al de los principales países europeos, como Alemania, que ha registrado un alza del PIB del 0,4% en el primer trimestre o Francia, con un repunte del 0,1%.

La Razón