El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a Santos Cerdán

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha elaborado un extenso informe en el que detalla una presunta trama de corrupción político-empresarial que afecta al PSOE y a varias de sus figuras clave. A partir de mensajes, grabaciones y documentación incautada, la investigación apunta a la existencia de una estructura organizada para adjudicar contratos públicos a determinadas empresas a cambio de comisiones, parte de las cuales habrían terminado financiando al partido.

El documento, entregado al Tribunal Supremo, subraya que las operaciones comenzaron a gestarse en el entorno navarro de Santos Cerdán y Koldo García ya en 2015, antes de que se incorporara a la ecuación José Luis Ábalos. El grupo habría consolidado su poder con la llegada de Ábalos al Ministerio de Transportes, momento en el cual se multiplicaron los contratos públicos concedidos a empresas como Acciona, Levantina Ingeniería y Construcción (LIC) y Obras Públicas y Regadío, entre otras.

«Ganadería»: el código interno para referirse al partido

Uno de los elementos más reveladores del caso es el uso de un lenguaje codificado. La UCO ha identificado el término «ganadería» como un eufemismo recurrente para referirse a los partidos políticos, en especial al PSOE. Esta expresión aparece en varias conversaciones, como en la que el empresario José Ruz consulta a Koldo García «de qué ganadería» era un determinado ayuntamiento con el que buscaba cerrar acuerdos. La elección de palabras evidencia la existencia de un lenguaje compartido dentro de la red para enmascarar prácticas irregulares.

Las pruebas, que abarcan el periodo 2015–2023, incluyen audios que Koldo García habría grabado de forma sistemática, presuntamente como medida de protección ante una posible investigación judicial. Estos registros, incautados en su domicilio, han resultado cruciales para entender el alcance de la trama y motivaron que la investigación retrocediera su punto de partida de 2018 a 2015.

El papel de Santos Cerdán como presunto intermediario financiero del esquema es central. El informe indica que, mientras Koldo y Ábalos habrían recibido comisiones de forma directa, Cerdán gestionaba los pagos, canalizando parte de ellos hacia la financiación del partido. En uno de los audios, Koldo le pide explícitamente que interceda para obtener entre 150.000 y 200.000 euros de un empresario «para su jefe», en alusión directa a José Luis Ábalos.

Las sospechas sobre el uso del dinero recaudado no se limitan al enriquecimiento personal de los implicados. El informe relata varios episodios en los que el dinero habría sido destinado, al menos en parte, al PSOE. Una conversación particularmente reveladora muestra a Cerdán lamentándose ante Koldo de no haber sido contratado por Indra, dado que el 80 % del sueldo se había pactado para ser donado al partido. Según Cerdán, fue el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien le informó de que no podía formar parte de una empresa cotizada, frustrando así la operación.

Empresarios, adjudicaciones y un «impuesto» al margen del sistema

En paralelo, la UCO detectó que la Gerencia del PSOE, entonces dirigida por Ana María Fuentes —nombrada por iniciativa de Cerdán— habría contactado con altos funcionarios, como el director general de Carreteras, Javier Herrero, para solicitarles una «aportación económica». Este episodio, identificado como «el impuesto», fue anticipado por Koldo en un mensaje de texto enviado el 15 de febrero de 2022. Poco después, Herrero confirmó haber recibido un formulario desde la sede del partido, aunque sin una cuantía especificada.

La actuación del trío Cerdán-Koldo-Ábalos se extendió más allá del mandato ministerial de este último. Tras su salida en 2021, Cerdán habría continuado sus gestiones en el Ministerio de Transportes gracias a su relación con Óscar Puente, actual titular de la cartera. Según los audios, tanto Cerdán como Koldo intentaron colocar a personal vinculado a empresas favorecidas, así como asegurar nuevas adjudicaciones que les reportaran beneficios personales. Koldo, en un mensaje de tono exaltado, afirmaba: «Voy a apretar a Santos como Dios manda. Lo que le voy a pedir es: dame un par de obras y vete a tomar por culo».

El informe también recoge tensiones internas entre los protagonistas. Cerdán habría reprochado a Ábalos su falta de lealtad, que se reflejaba en el silencio ante las gestiones realizadas para su beneficio. «Si una persona a la que siempre le sacas la cara no contesta ni a los mensajes, ¿crees que merece la pena?», escribió en una conversación de 2018. Esa fractura interna coincide, según los investigadores, con el final del respaldo partidario a Ábalos, motivado por su presunta recepción de pagos al margen del sistema oficializado de comisiones, es decir, a espaldas del partido.

Comisiones, adjudicaciones y la intervención de grandes empresas

Testimonios de empresarios, como Víctor Aldama y Carmen Pano, refuerzan las sospechas sobre la financiación irregular. Aldama declaró que parte de las comisiones pactadas con Koldo y Ábalos se destinaban al PSOE, mencionando la existencia de «cuotas territoriales» que ascendían al 1 o 1,5 % del importe de cada contrato. Por su parte, Pano reconoció haber entregado 90.000 euros en efectivo en dos visitas a la sede del partido, dinero proveniente del empresario de hidrocarburos Claudio Rivas, también investigado por fraude.

El informe de la Guardia Civil, devastador en sus conclusiones, presenta un sistema que no solo enriquecía a sus miembros, sino que operaba como una maquinaria paralela de financiación política. Con Santos Cerdán en el centro de la estructura, la investigación pone bajo la lupa a la cúpula de uno de los principales partidos del país y plantea serias dudas sobre la integridad del sistema de contratación pública en España.

Pedro Sánchez ha anunciado que se encargará una auditoría externa de las cuentas del partido. Pero, por ahora, las revelaciones siguen sumando capítulos, y la sombra de la corrupción amenaza con prolongarse tanto en el ámbito judicial como en el político.