Sánchez tiene un plan para acabar con la UCO y con los jueces que investigan la corrupción socialista
Sánchez está cada día más desesperado por los casos judiciales que le acorralan.
Su mujer imputada, su hermano directo al banquillo, su Fiscal General al borde del procesamiento1… todos los casos llevan a Sánchez, el “1” de la mafia que nos gobierna.
Cuanto más desesperado está, más peligroso es: quiere sacar antes de que acabe el verano una ley que hace que las investigaciones judiciales estén a cargo no de jueces imparciales, sino de la Fiscalía2. Y la Fiscalía… ¿de quién depende?
Así es, la jugada de Sánchez es usar al Ministro Bolaños, uno de sus títeres favoritos, para presentar una ley que apartará por completo a los jueces y dará el poder a una Fiscalía que cerrará cualquier caso de corrupción que perjudique al PSOE.
Esta “Ley Bolaños” es su jaque mate al Estado de Derecho, y por eso tú y yo tenemos que actuar antes de que sea demasiado tarde.
Sí, tenemos que presionar y hacer lo que sabemos hacer: crear ruido a nivel internacional antes de que acabe junio para que el Gobierno no se atreva a presentarla.
No podemos quedarnos de brazos cruzados, porque la situación es gravísima.
Si la Ley Bolaños se aprueba, la Fiscalía no solo se encargará de las investigaciones judiciales, sino que incluso tendrá el control de lo que hacen los agentes de la UCO de la Guardia Civil3.
Llevamos semanas con noticias de que Sánchez y el PSOE quieren acabar con la UCO para evitar que los agentes saquen su corrupción a la luz, y ahora el Gobierno prepara a toda prisa una ley para que la Fiscalía controle lo que hacen. ¡Qué casualidad!
Sánchez nos tiene miedo a las acusaciones populares, y por eso intentó sacar la “Ley Begoña” que acabaría con nosotros y con los casos judiciales en los que luchamos. Fracasó, y ahora intenta hacer algo parecido con la Ley Bolaños.
Imagina: si sale adelante esta barbaridad podrían llegar a cerrar caso abiertos como el de Begoña Gómez o el Caso PSOE. El riesgo es muy alto.
Pero tú y yo ya logramos una enorme victoria hace poco defendiendo las acusaciones populares, y si somos rápidos hoy lograremos otra.
Sí, recuerda: montamos tanto escándalo internacional ante el Parlamento Europeo, que conseguimos frustrar los planes de Sánchez y que la Ley Begoña no se aprobase4. Pues nos toca volver a hacer lo mismo.
Si conseguimos el suficiente número de firmas y causamos ruido, el Parlamento Europeo no tendrá más remedio que denunciar este nuevo ataque contra el Estado de Derecho.











