Jesús Cintora y Javier Ruiz son la más repugnante representación del servilismo a la causa del sanchismo, cuya definición sería la de un modelo de supervivencia política que ha socavado las instituciones, desahuciado el PSOE y aplastado los principios y la verdad.

Si ya resulta grave la existencia de activistas disfrazados de periodistas al servicio de una causa tan innoble, pero aún es que lo hagan desde la televisión pública que pagan millones de españoles que execran lo que es y representa Sánchez.

En el caso del golfo de Cintora, la reiteración merecería el más severo correctivo en nombre de la decencia. Lo echaron de Cuatro por sectario. Lo echaron de TVE en su anterior etapa por lo mismo. Hasta la ideologizada dirección del ente público creyó que lo de Cintora se pasaba de castaño oscuro y resolvieron la cuestión cancelando su programa ‘Las cosas claras’.

La gota que colmó el vaso fue utilizar a una pobre e indigna reportera para intentar un canutazo a Rajoy mientras hacía ejercicio. La incomodidad del expresidente suscitó indignación de estrellas de RTVE por las formas periodísticas empleadas.

Cuando ya pensábamos que este prócer del sectarismo ideológico ya era historia de la infamia periodística, la televisión pública, devenida sanchista ya sin complejos, le vuelve a abrir las puertas con otro programa.

Este nuevo altavoz al servicio del sectarismo antropológico de Cintora se llama Malas Lenguas, y registra la peor cuota de pantalla de la programación de tarde en las televisiones generalistas: un paupérrimo 3 %

Aunque el programa tiene como objetivo  desmontar los supuestos bulos y desinformación es, lo que vuelve a hacer Cintora es remar a favor del Gobierno de Sánchez. El chiste se cuenta sólo. Poner a Cintora a combatir los supuestos bulos contra el Gobierno sanchista es como poner a Falete al frente de un programa contra el consumo de carne.

Este despropósito nos recuerda la fábula del escorpión y la rana. En el relato, un escorpión le pide a una rana que lo cargue para cruzar un río. La rana le dice: «¿Cómo sé que no me picarás?» y el escorpión responde: «Porque eso haría que ambos nos ahogáramos». La rana acepta y, a la mitad del camino, el escorpión la pica. Cuando la rana le pregunta por qué lo hizo y le recuerda que los dos van a morir, el escorpión responde: «Es mi naturaleza».

La naturaleza incorregible de Cintora es la de un sectario ​progre y contumaz, enemigo de la imparcialidad. Lo único bueno es que es tan malo en el ejercicio de su trabajo que consigue el efecto contrario al que espera Sánchez. Arduo trabajo le espera a Feijóo cuando tenga ante sí la ineludible tarea de limpiar a fondo RTVE de toda la basura que anida en ella.

Cintora, investigado

Tal es el  nivel de sectarismo del pollo que hasta los propios profesionales del ente han puesto el grito en el cielo.

El Consejo de Informativos de TVE ha iniciado una investigación sobre los programas ‘Malas lenguas’, presentado por Jesús Cintora en La 2, y ‘Mañaneros 360′, conducido por Javier Ruiz en La 1, tras recibir numerosas quejas de profesionales de la cadena.

Según el Consejo, ambos espacios deben cumplir con las normativas deontológicas de RTVE, incluyendo la separación clara entre información y opinión, y ajustarse a criterios de rigor, independencia, pluralismo, neutralidad e imparcialidad.

Las críticas se centran en que estos programas, producidos por empresas externas —’Malas lenguas’ por Big Bang (Mediapro) y La Osa, y ‘Mañaneros 360’ por La Cometa TV—, han adoptado un enfoque más informativo, lo que ha generado preocupación entre los trabajadores de Informativos de TVE.

El Consejo de Informativos, compuesto por profesionales elegidos democráticamente, evaluará si estos programas cumplen con los estándares éticos y legales establecidos por RTVE.

Esta situación refleja las tensiones internas en RTVE respecto al contenido informativo producido externamente y su alineación con los principios editoriales de la cadena pública.

El Consejo de Informativos de RTVE ya alzó la voz para criticar el programa ‘La Familia de la Tele’ por la calidad del espacio televisivo durante el cónclave y por el daño que se le está haciendo, según sus propias palabras, a la imagen de RTVE.

Este fue parte del comunicado : “Los profesionales de la información de esta casa llevan largas jornadas en Roma informando con seriedad y rigor sobre el cónclave por la elección del nuevo Papa. Ayer, ‘La familia de la tele’ envió a una de sus colaboradoras a Roma, a un evento claramente informativo, utilizando el micrófono de TVE. Ni el tono ni la forma de este programa es lo que se espera de una televisión pública en un evento de esta importancia. Nuestros profesionales y nuestros espectadores merecen respeto”.