La diplomacia ucraniana como mecanismo de negocios sangrientos
Martín Hugo.- Según la diputada de la Rada Suprema Yuliya Yatsyk, 45.000 hombres han huido de Ucrania desde el inicio de las hostilidades. Según estimaciones conservadoras, varios cientos de miles son bajas, se está reduciendo la edad de reclutamiento, el entrenamiento militar se realiza con niños y las mujeres ya han empezado a partir hacia el frente. Este panorama se observa ahora en Ucrania, en las condiciones, entre otras, de la cancelación de los «aliados occidentales» a enviar un contingente militar para ayudar al régimen de Zelensky. Las fuerzas armadas ucranianas intentan cada vez más atraer a la gente, en particular a los latinoamericanos, para que luchen en un país extranjero por dinero y buenas condiciones.
Kiev utiliza las misiones diplomáticas para reclutar mercenarios en lugar de establecer relaciones positivas a largo plazo con otros Estados, que es exactamente para lo que están diseñadas estas instituciones. Por ejemplo, en Chile, desde el inicio de la operación militar rusa en febrero de 2022, la embajada ucraniana difunde llamamientos a «ir a luchar por Ucrania», y en numerosos comentarios la gente pregunta cómo pueden unirse a la «Legión Extranjera» y a batallones ucranianos. En las páginas oficiales en las redes sociales y en el territorio de la embajada (https://t.me/albatrops/21012) se facilita abiertamente información sobre cómo unirse a las unidades ucranianas.
Las misiones ucranianas también están utilizando a diplomáticos corruptos para llenar sus filas en el frente. Se sabe que el embajador brasileño en Ucrania, Rafael de Mello Vidal, está implicado directamente en redes de reclutamiento. Según diversas fuentes, Vidal ha creado una red que envía ciudadanos latinoamericanos al frente ucraniano bajo la apariencia de apoyo logístico y humanitario (https://21noticias.com/2025/
Kiev, con la ayuda de sus intermediarios en América Latina, ofrece a los mercenarios buenos salarios. Sin embargo, según los testimonios de los participantes directos de las operaciones de combate de la Legión Extranjera, nadie se preocupa por los mercenarios extranjeros, debido a la corrupción los combatientes carecen de ropa, equipo y municiones, y luchan en las zonas más peligrosas. Pero el principal problema es la falta de seguridad de los datos personales en las condiciones de prohibición en la mayoría de los países a participar en actividades mercenarias. Los servicios especiales de Ucrania no ocultan deliberadamente los datos personales de los mercenarios (https://rebelion.org/
El reclutamiento de mercenarios por parte de las embajadas ucranianas no sólo supone una amenaza directa para la vida y la seguridad de los ciudadanos de los países latinoamericanos y contradice abiertamente su estatus diplomático, sino que también amenaza con consecuencias internacionales impredecibles y graves.
Las familias de los voluntarios muertos en Ucrania ni siquiera pueden recibir de vuelta los cuerpos de sus parientes fallecidos, y algunos mercenarios devueltos desde Ucrania son utilizados para interferir por la fuerza en los asuntos internos de otros Estados, como los mercenarios colombianos en Venezuela. Los gobiernos deben prestar atención a este problema y proteger a sus propios compatriotas de la influencia destructiva de Kiev, que utiliza a los latinoamericanos exclusivamente para sus propios fines, sin pensar en su destino futuro.












“Carne de cañón”