Mienten como bellacos: El PSOE señala ahora que se negó a un chantaje del entorno de Ábalos y Koldo con los mensajes filtrados
El relato del Gobierno sobre la filtración de los mensajes entre Pedro Sánchez y José Luis Ábalos ha dado un nuevo y llamativo viraje. Tras haber acusado falsamente a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y al poder judicial de ser los responsables de la filtración a los medios, el PSOE aporta ahora una versión completamente distinta: los mensajes habrían sido difundidos por el entorno del propio Ábalos y de su antiguo asesor, Koldo García, y se habrían intentado utilizar como instrumento de chantaje contra el partido.
El nuevo relato ha sido difundido a través de El País, periódico elegido con frecuencia por Moncloa como su portavoz oficioso. Ese diario asegura que desde el entorno de Ábalos se habría intentado presionar a la dirección socialista con la amenaza de hacer públicos mensajes privados si no se detenían ciertas decisiones políticas o disciplinarias.
Durante semanas, desde el PSOE se alimentó la idea de que la filtración de los mensajes respondía a una maniobra dentro del «Estado profundo» para desgastar a Pedro Sánchez. Se llegó a sugerir que miembros de la UCO habían facilitado el acceso a periodistas, o incluso que los jueces habían relajado el control del sumario con fines políticos.
Ninguna de esas acusaciones fue respaldada con pruebas. La UCO desmintió categóricamente cualquier participación en filtraciones, y el juzgado que instruye el caso ha actuado según los tiempos procesales habituales.
Ahora llega la nueva versión: el PSOE habría rechazado la semana pasada el supuesto chantaje que intentó de manera indirecta alguno de los implicados en el caso Koldo, cuyo nombre no determinan. Cuentan que si no se tomaban determinadas medidas a favor de los implicados se filtrarían «grabaciones» y mensajes que podían «tumbar al Gobierno».
El PSOE asegura que los chantajistas pidieron que se pagara una serie de gastos del procedimiento judicial, archivar el expediente disciplinario abierto en Interior a un policía, y readmitir a un trabajador de Correos.
Ahora, con Ábalos ya fuera del grupo parlamentario socialista, aunque no del PSOE, que todavía no lo ha expulsado a pesar de su sucesión de escándalos, su entorno se ha convertido en un chivo expiatorio funcional. Este nuevo relato presenta al PSOE como víctima de una maniobra de presión interna, pese a su primera versión que ponía en el punto de mira a jueces y a la UCO.
Mientras el PSOE cambia su guion, desde Moncloa han sostenido que esos mensajes «no tienen relevancia». La portavoz Esther Peña llegó a decir que el grupo de sus «primos es más interesante» que los mensajes entre Pedro Sánchez y José Luis Ábalos, cuando se ha dejado entrever la relación entre Sánchez, Begoña y el rescate de Air Europa, entre otras conversaciones. Las declaraciones del sanchismo negando toda importancia a los mensajes contrastan con que al mismo tiempo afirman que son una maniobra para derribar al presidente del Gobierno. La contradicción resulta evidente: ¿Si son tan intrascendentes, cómo pueden suponer un problema tan serio para el presidente?
Piden investigar la filtración
Hay que recordar que el Gobierno quiere que el Tribunal Supremo, la Audiencia Nacional o la autoridad judicial que sea menester abra una pieza separada para investigar la filtración de los mensajes entre Pedro Sánchez y José Luis Ábalos.
De lo contrario, el Ejecutivo presentará a través de la Abogacía General del Estado una denuncia por lo que considera una «grave vulneración del derecho a la intimidad del presidente».
«Queremos llegar hasta el final, queremos conocer todo. Quién ha sido, por qué ha sido», anunciaba el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños. «Puede ser constitutivo de delito, se está publicando en un medio nacional», añadió.
Si la filtración procede de Ábalos, el Gobierno no tiene más derecho que el de pataleo, puesto que no estaría cometiendo ninguna ilegalidad: está en su derecho de dar a conocer conversaciones de las que él fue parte. Solo podría haber indicios de delitos en el caso de que se haya roto la cadena de custodia.
Nada hombre, si son todo mentirijillas, ná cosa de crios que están enjugazaos. Haber si el Respetable, se toma las cosas en serio y un dia nos deleitamos contemplando la procesión de “Santos”, con su Nazareno al frente, camino del Gólgota o un sucedáneo.
A mi no me metais