Sabíamos que era corrupto, mentiroso, hipócrita y falso, pero las últimas revelaciones reflejan a una “mala persona” que odia, acumula rencor, pierde el control, insulta y conspira para destruir al adversario y a todo el que no se somete. El presidente Sánchez refleja en los wassaps publicados por El Mundo que es una mala persona y que su gobierno tiene rasgos mafiosos profundos.

Los wassaps son un desastre ético y estético para el PSOE y retratan a Pedro Sánchez como una mala persona peligrosa que no merece gobernar España.

Llama “pájara” a la Ministra Margarita Robles, denigra a los barones Lamban, García Page, Vara, y Susana Díaz, se mofa y ridiculiza a Pablo Iglesias y protagoniza un diálogo con su íntimo amigo Ábalos, plagado de bajeza, suciedad y falta de respeto y escrúpulos. Para cualquier español que lea sus calificativos, Pedro Sánchez será en adelante un ser indigno, un grano purulento para la nación española.

Esos diálogos publicados, además de destilar pus y vómitos, también reflejan una verdad hasta ahora ocultada: que Pedro Sánchez estaba al tanto, desde el principio, de las corrupciones, abusos y suciedades de Ábalos y Koldo.

Los textos retratan un mundo sórdido y sucio que aunque no sabemos toda la maldad que encierra, hacen sospechar que es mucha y que lo que no conocemos debe ser terrible.

Si es verdad ese principio universalmente aceptado de que la corrupción y la suciedad del poder que aflora apenas llega al 10 por ciento del total, tenemos derecho a pensar que el mundo donde se desenvuelve el poder socialista es una pocilga inmunda donde hasta los cerdos sentirían asco.

Los textos publicados indican también que Ábalos, el “número dos” de Sánchez para sus abusos, atropellos y ruindades, acaba de lanzar una durísima amenaza al oscuro y siniestro socialista que gobierna España, afirmando que si él habla “caerá el gobierno”. Con esos textos publicados, Ábalos está pidiéndole a Sanchez “protección” ante la guardia civil y los jueces, al mismo tiempo que le amenaza con revelaciones terribles, si no es debidamente protegido por la Moncloa.

De esa apestosa cochinera donde vive el presidente hay que alejarse y también hay que alejar a España para evitar que el hedor y la pus nos infecten a todos.

Nunca como ahora estuvo tan claro que Sánchez es un peligro para España y que no debe permanecer ni un minuto más en el gobierno de esta desgraciada nación. Su gobierno, sus pactos con indeseables, sus indultos a delincuentes, su utilización de los bienes públicos y su completo estilo de gobierno no son los ejemplares y dignos que exige la democracia, sino los chulescos, rastreros y nauseabundos que utilizan las peores mafias del planeta.

El diario El Mundo promete más publicaciones de diálogos sucios entre Sánchez y su amigo Ábalos. Tápense la nariz y cierren los ojos porque se acerca un repugnante tsunami de excrementos socialistas.

Ah, y que abandonen toda ilusión los que creen que estas asquerosas revelaciones van a provocar la dimisión del sátrapa corrompido de la Moncloa. Él puede aguantar mucha más indignidad y bajeza, mucha más.

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