Tesla Model Q quiere ser el eléctrico que todos puedan tener
La movilidad eléctrica está cambiando a pasos agigantados, y Tesla no parece tener intención de quedarse quieta. Con el anuncio del Tesla Model Q, la marca americana quiere demostrar que no solo sabe hacer coches espectaculares y de gama alta, sino también accesibles, compactos y pensados para el día a día. Este nuevo modelo, que se posiciona como el más económico de su catálogo, podría convertirse en la puerta de entrada a la marca para miles de personas que antes veían a Tesla como algo lejano o inalcanzable.
Un SUV pensado para el entorno urbano
Cuando se habla del Tesla Model Q, lo primero que hay que tener claro es que no es un modelo más. Se trata de un SUV compacto, con un tamaño ligeramente inferior al del Model Y, que apunta directamente a quienes necesitan un coche práctico para ciudad, pero con espacio suficiente para el uso diario. Con algo más de cuatro metros de longitud, este coche se mueve bien por calles estrechas, facilita el aparcamiento y sigue ofreciendo una buena capacidad de carga y comodidad para cuatro adultos.
No es una exageración decir que su diseño está pensado desde cero con una idea clara: ofrecer algo moderno, sencillo y funcional. De hecho, algunos detalles estéticos recuerdan al Cybercab, el coche autónomo en el que también está trabajando Tesla, aunque el Model Q no está enfocado de momento al uso sin conductor. Lo que sí se espera es que adopte líneas suaves, tiradores integrados en la carrocería y ese aire minimalista que caracteriza a todos los Tesla.
Producción optimizada y con piezas compartidas
Una de las claves de este nuevo modelo está en cómo se va a fabricar. Tesla tiene muy claro que si quiere ofrecer un vehículo por debajo de los 25.000 euros en Europa, no puede empezar de cero. Por eso, gran parte del desarrollo del Model Q aprovecha componentes y tecnología ya probados en el Model 3 y el Model Y. Esto incluye desde la plataforma hasta elementos estructurales y del tren motriz, lo que permite reducir tiempos de desarrollo y costes de fabricación.
Además, se habla de la utilización de métodos de ensamblaje avanzados, como el gigacasting, que permite producir grandes piezas del chasis en una sola pieza de aluminio fundido. Esto no solo hace el coche más ligero, también simplifica el proceso de fabricación y disminuye los puntos de fallo. Y por si fuera poco, el Model Q utilizará baterías LFP (litio-ferrofosfato), una tecnología más barata que las tradicionales NCM, con buena durabilidad y seguridad.
Prestaciones correctas, sin renunciar a la diversión
A pesar de ser el modelo más económico, el Tesla Model Q no será un coche aburrido. Se estima que ofrecerá una potencia de unos 200 caballos, más que suficiente para mover con agilidad este SUV compacto. No será un coche para hacer carreras, pero sí para disfrutar de una conducción ágil, con aceleraciones rápidas y una respuesta directa del pedal.
Se espera que haya varias versiones: una con un solo motor y tracción trasera, más orientada a la eficiencia, y otra con doble motor y tracción total, para quienes quieran más seguridad en carretera o zonas con condiciones más exigentes. En cuanto a la autonomía, las estimaciones iniciales sitúan la cifra cerca de los 300 kilómetros reales, una cifra más que razonable teniendo en cuenta el tipo de uso para el que está pensado este modelo.
Interior minimalista pero con todo lo esencial
El interior del Model Q seguirá la línea de los últimos lanzamientos de Tesla. Minimalismo extremo, sin botones físicos y con una gran pantalla central que lo controla todo. Puede que no sea lo más tradicional, pero quien ha probado este sistema suele reconocer que es intuitivo y fácil de usar.
Aunque será un coche más pequeño, se espera que mantenga una buena habitabilidad, con espacio suficiente para cuatro adultos y un maletero capaz de alojar tres maletas grandes. Eso sí, probablemente no incluya detalles de lujo como un techo panorámico o asientos ventilados, al menos en la versión base. Pero sí se incluirán funciones interesantes como el Autopilot, acceso mediante el móvil y actualizaciones remotas del software, algo que sigue siendo un fuerte diferencial frente a otras marcas.
Un precio para llamar la atención
El gran atractivo del Tesla Model Q es, sin duda, su precio. Elon Musk lleva años prometiendo un coche eléctrico que baje de la barrera de los 25.000 dólares, y parece que esta vez va en serio. En Europa, se estima que el precio de salida estará alrededor de los 23.700 euros, lo que lo pondría en competencia directa no solo con otros eléctricos asequibles, sino incluso con coches de combustión interna del mismo tamaño.
Este precio podría hacer que muchas personas que no se habían planteado pasarse al coche eléctrico empiecen a considerarlo. Y también es una respuesta directa a movimientos de marcas chinas como BYD o MG, que ya están ofreciendo eléctricos compactos por precios similares o incluso inferiores. Tesla no quiere quedarse atrás en esta nueva batalla, y el Model Q es su carta más fuerte.
El reto de producirlo a gran escala
Una cosa es anunciar un coche y otra muy distinta es producirlo en masa sin retrasos ni recortes. Tesla ha dicho que el Model Q comenzará a fabricarse a finales de 2025, con la planta de Berlín como uno de los centros clave para abastecer el mercado europeo. Esto tiene lógica, ya que producir en Europa permite reducir aranceles y tiempos de entrega.
Por ahora no se han confirmado las fechas exactas ni cuántas unidades se fabricarán al año, pero se habla de un volumen muy alto desde el principio. Y es que Tesla no solo quiere lanzar este coche, quiere convertirlo en el modelo más vendido de toda su historia. Una jugada ambiciosa, pero no imposible si el coche cumple lo que promete.
Para los que quieren saber más a fondo lo que podría ofrecer este nuevo modelo, vale la pena echar un vistazo al extenso análisis que hacen en la web Movilidadelectrica.com, donde desglosan detalles técnicos y estratégicos con bastante claridad.












