Ábalos dice que el peruano que le denuncia por corrupción «es un delincuente» pero oculta que fue su padrino de boda
El exministro de Transportes, José Luis Ábalos, investigado por el Tribunal Supremo por los delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias, cohecho y malversación, se desvincula del empresario Segundo Valle, que le acusa de exigir comisiones ilegales del 50 % de subvenciones públicas españolas, asegurando que «es un delincuente que ha liderado un grupo de okupas». Sin embargo, oculta que durante más de una década fueron íntimos amigos y que, de hecho, el exministro fue su padrino de boda, tal y como se aprecia en las fotografías a las que ha tenido acceso El Debate.
El enlace matrimonial del empresario peruano fue el 16 de agosto de 1997. Ábalos, en ese momento asesor del PSOE en el Ayuntamiento de Valencia, acudió a la boda acompañado de la que entonces era su mujer, África Martínez, auxiliar de enfermería de profesión. Tal y como explica el empresario peruano a este periódico fue el propio exministro quien propuso que él y su mujer fueran los padrinos. La boda se llevó a cabo en la capilla Santa Rosa de Lima de Chimbote y se celebró posteriormente en el restaurante del hotel Ivancino, muy cerca de la iglesia.
En las imágenes que hoy publica este periódico se ve a Ábalos en el interior de la capilla junto a su entonces pareja y el empresario que hoy le denuncia y su esposa. También se aprecia cómo estuvo presente en el convite, donde se le ve disfrutar de la fiesta bebiendo un sorbete de limón. Desde que El Debate publicó que el exministro tenía a su nombre un inmueble construido con ayudas públicas destinadas a ayudas benéficas, Ábalos se ha limitado a describir al empresario Valle como «el delincuente que ha liderado la okupación del edificio» y se ha desvinculado de él afirmando que en su día formó parte de su ONG ocultando que, en realidad, mantuvo durante más de una década una estrecha relación de amistad.
De hecho, Ábalos ha invitado en los últimos años un total de diez veces al empresario peruano a España. Concretamente ambos estuvieron juntos en Madrid, Valencia y Barcelona. «He estado varias veces en su casa. ¿Cómo puede decir ahora que no me conoce?», explica. «Una de las últimas veces que estuve con él fue en un restaurante de Las Ramblas de la Ciudad Condal. Me propuso un negocio también vinculado a los proyectos benéficos y me intentó convencer diciéndome que tendría una rentabilidad de dos millones de euros. Me negué porque no me pareció legal la propuesta, me olió muy mal», añade. «Antes de romper la relación de manera definitiva, Ábalos me dijo que no se me ocurriera montar ningún numerito. Él temía que le traicionara y contara las prácticas que llevó a cabo en mi presencia durante años», afirma.
Segundo Valle relata cómo Ábalos le exigió durante los años en que trabajaba codo a codo con él comisiones ilegales de los proyectos benéficos. El empresario sostiene que las mordidas comenzaron siendo del 20 % y que llegaron a ser de hasta el 50%. Posteriormente explica que le llegó a pedir falsear proyectos para quedarse con todo el presupuesto. También afirma que Ábalos ha intentó vender el inmueble que tiene a su nombre por 1,2 millones de dólares y que lo hizo recurriendo al empresario Claudio Rivas, cabecilla de la trama de hidrocarburos, y de Koldo García, su ayudante personal.
De la misma manera, el empresario se ofrece a ratificar estas declaraciones tanto a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil como ante el propio Tribunal Supremo, que mantiene imputado a Ábalos por los delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias, cohecho y malversación. «No tengo miedo a Ábalos. Si tengo que dejar mi vida por la causa de decir la verdad ahí estoy. Yo estoy dispuesto a aclarar y demostrar con pruebas ante las autoridades españolas que el comportamiento de ellos ha sido delincuencial. No me he entregado a su causa y no me van a intimidar», concluye.











