A Marisu no se le puede comprar ni una Vespino usada

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta segunda y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante la votación de la Ley de amnistía
Luís Ventoso.- Junqueras, condenado a 13 años de cárcel por impulsar hace solo ocho un golpe contra la unidad de España, salió el lunes muy ufano a anunciarnos a todos los españoles que el Gobierno perdonaba a Cataluña de un plumazo 17.000 millones de su inmensa deuda con el Fondo de Liquidez Autonómica (generada por la mala cabeza y el dispendio identitario de los dirigentes separatistas mientras otras comunidades se apretaban el cinturón).
El borrado del pufo catalán supone un insulto al conjunto de los españoles, por cinco motivos:
1.- Un enemigo de España, que debería estar todavía en la trena y que nunca se ha apeado de su «lo volveremos a hacer», nos comunica cómo quedan las finanzas españolas, que además se diseñan a su dictado.
2.- La quita coincidirá con la inminente concesión a Cataluña de un cuponazo a la vasca. La flamante Agencia Tributaria Catalana, que resquebraja la unidad de caja, podrá arrancar así más saneada.
3.- El PSOE vuelve a ejercer de partido felón rendido al separatismo, pues el móvil real de este disparate es pagar las poltronas de Illa y Sánchez en el mostrador de Junqueras. No hay más.
4.- Montero ha disfrazado el pago a los separatistas de la manera más zafia, simulando que se beneficia a todas las comunidades, cuando la quita se hace para Cataluña, a la que se le borra el cuádruple de deuda per cápita respecto a regiones cumplidoras. Además, Montero, dado que ahora es candidata en Andalucía, anuncia que a esa región se le condonarán 19.000 millones, medida que ha metido con calzador para sufragarse su campaña electoral a costa del erario público. Por cierto, la gran Marisu decía hace unos años todo lo contrario de lo que ahora dice con idéntica vehemencia.
5.- El Gobierno nos toma el pelo con un timo conceptual, pues la deuda no se borra. Los acreedores seguirán ahí. Lo único que ocurrirá es que lo que no pague Cataluña, el pueblo superior, lo pagaremos los parias del común. Simplemente se cambia el pufo de manos al dictado del separatismo. Un madrileño tendrá 400 euros menos para que un catalán tenga 400 euros más. ¿Qué pasa aquí? ¿Los de Olot son mejores que los de Móstoles y merecen trato VIP?
Este abuso saldrá adelante en el Congreso gracias a la mayoría antiespañola del nuevo Frente Popular («coalición progresista», en su jerga), por lo que la reunión de ayer de las comunidades y Montero en el Consejo de Política Fiscal era solo un paripé.
A la que sí le interesaba la reunión era a Marisu de Triana, que quería tentar a las comunidades del PP con la oferta de rebajas para ellas, abriendo así un boquete en la unidad de los barones populares. Por eso han hecho bien los consejeros de Economía del PP al levantarse y dejarla plantada. Es un gesto útil, porque ayuda a escenificar una evidencia que parte de la sociedad española, hipnotizada por las televisiones del régimen, no acaba de ver: este perdón de la deuda catalana la imponen los peores enemigos de España a la mayor gloria de su ombligo.
La espantada al unísono de todos sus barones supone además un éxito personal de Feijóo, porque las tentaciones eran enormes (y además existe algún barón, o un par de ellos, que sueñan con ser califas en lugar del califa).
El PP, que ha hecho una oposición bastante irregular, parece que empieza a espabilar un poco. Con Sánchez, ni a tomar una Fanta. Si estás denunciando día tras día que destroza la democracia, que se sienta sobre una montaña de corrupción y que tiene que irse ya, ¿qué sentido tiene mantener puentes con él y con el PSOE?
Dejar tirada a Montero con sus cubiletes del trile ayuda a resaltar lo evidente: a estas alturas, a Marisu y Sánchez no se les puede comprar ni una Vespino de segunda mano.











