Delincuentes “hijos del PSOE”
La inmensa agresión contra España, su cultura y su pueblo que representa la entrada masiva y sin controles de inmigrantes se está realizando cubierta por una gruesa capa de mentiras y con la ayuda de la brigada corrupta de periodistas vendidos al socialismo.
Hasta han creado una falsa ética para reprimir la verdad. Si publicas la nacionalidad de los delincuentes que infectan nuestras calles, eres un racista y si publicas que la delincuencia se dispara por culpa de la inmigración descontrolada, eres un peligroso nazi de extrema derecha.
Nunca antes, en siglos, España fue tan maltratada por sus gobernantes como ahora. con los socialista de Sánchez en el poder, una tribu peligrosa y atiborrada de corrupción y mentiras, que es capaz de cualquier barbaridad para mantener el poder, incluso de violar la Constitución y albergar a corruptos en la Moncloa.
El número de españoles que perciben la inmigración irregular como una amenaza importante para España ha aumentado notablemente. Se trata de un sentimiento profundo de desolación y rabia provocado por la pérdida de seguridad y paz en un país que la heredó del Franquismo y que la falsa democracia ha dilapidado. Más del 90 por ciento de las violaciones en España, que han crecido exponencialmente, son perpetradas por magrebíes y algo similar ocurre con los robos y agresiones.
En ciudades como Barcelona, la delincuencia es tan visible como los semáforos. En Madrid no para de crecer y apenas hay ciudades y pueblos en España donde no se note ya la inseguridad que traen consigo los malditos “hijos del PSOE”, auténticos delincuentes peligrosos que llegan a España sin controles, violando impunemente las fronteras y sin ánimo de integrarse, para delinquir y apropiarse de la nación.
La presión migratoria es agobiante y la invasión es ya el tema más influyente a la hora de votar, según las encuestas, más que la corrupción y tato como la bajeza moral y humana de los políticos y los periodistas sometidos.
En 2009 publiqué en la editorial Almuzara un libro titulado “Periodistas sometidos, los perros del poder”, donde denunciaba la rotura de la vieja alianza entre periodistas y ciudadanos, que obligaba a difundir la verdad, sin la cual la democracia deja de existir. También vaticinaba que la traición de los medios y periodistas al pueblo y a la verdad, junto a su alianza con los poderes corruptos serían los grandes dramas del siglo XXI, verdades que se han cumplido hasta el milímetro y que todavía tienen que agravarse en los próximos años, hasta que políticos y periodistas se consoliden como los grandes enemigos del progreso, la libertad, la decencia y la misma nación española.
