“La Ciénaga” es el poder oscuro que mueve los verdaderos hilos del mundo occidental. Es la principal culpable de la baja calidad del liderazgo mundial, está dominada por poderosos anglosajones y el capital judío y cuenta con buena parte del poder financiero mundial.

Tiene bancos, fondos de inversión, instituciones internacionales a su servicio, entre ellos el Foro de Davos y la OTAN, y una legión de políticos cipayos a su servicio, traidores a sus respectivos pueblos, más cercanos a las órdenes del poder en las sombras que a los deseos e intereses de sus ciudadanos.

Algunos países con gran poder militar se resisten todavía a ese poder corrupto, entre ellos Rusia y China.

Los “cenagosos” odian la democracia y no soportan que el pueblo tome decisiones que afectan al orden mundial. Su sueño es crear en el mundo entero un poder único, parecido al que rige en China, donde manda, de manera férrea, un partido único comunista que practica el capitalismo más salvaje con todo bajo control del Estado.

Las tres principales batallas que está librando el conglomerado sombrío en el presente son las guerras (de Ucrania, Israel y otras), el control del comercio mundial y la presidencia de Estados Unidos, donde quiere impedir por todos los medios que Donald Trump, un hombre que se resiste a ser dominado por la Ciénaga, sea el próximo presidente.

Esa resistencia explica que Trump haya sufrido dos atentados en dos meses. Trump no es un hombre de la Ciénaga y el poder oculto no lo quiere.

Hay una cuarta batalla que la Ciénaga está librando con la ayuda de sus esclavos políticos contra lo que ellos llaman “ultraderecha”, que no es otra cosa que un derecha no contaminada, libre, democrática y no controlada por la Ciénaga.

Y una quinta batalla, todavía con intensidad limitada, es contra el cristianismo porque esa religión defiende a la familia y genera libertad e independencia en sus fieles, dos rasgos que estorban a los que sueñan con limitar las libertades, reducir la población del planeta y someter a los humanos.

La ambición y la ceguera despiadada de la Ciénaga está colocando al mundo al borde de una catástrofe, posiblemente nuclear. En Ucrania se están probando la calidad de las defensas rusas y la verdadera fuerza de su ejército. Muchos estrategas y expertos creen que lo que se está haciendo realmente en Ucrania es preparando una confrontación nuclear con Rusia.

La existencia de La Ciénaga explica muchas incógnitas y aparentes contradicciones en el mundo actual. Basta colocar el poder en las sombras en la ecuación para que muchos misterios y aparentes locuras irracionales cobren sentido.

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