Italia ha prohibido la gestación subrogada internacional, prohibiendo a los homosexuales comprar niños en el extranjero, en lo que se dice es la ley más amplia de su tipo en el mundo.

La nueva ley, que contó con el apoyo de la primera ministra Giorgia Meloni, amplía la prohibición vigente en Italia sobre la maternidad subrogada, de modo que los ciudadanos italianos no puedan recurrir a mujeres en países extranjeros para gestar bebés que les serán transferidos legalmente. Los clientes de la maternidad subrogada y los profesionales médicos que facilitan la práctica en el extranjero se enfrentan a penas de cárcel y multas considerables en virtud de la nueva ley, que fue aprobada por el Senado italiano el miércoles por 84 votos a favor y 58 en contra.

Se ha descubierto que homosexuales intentaban comprar niños a través de gestación subrogada para abusar de ellos, como en el caso de un veterinario estadounidense arrestado en marzo.

Si bien la prohibición de Italia la distingue claramente de la de Estados Unidos, donde la gestación subrogada es ampliamente legal, su firme postura concuerda con la de gran parte de Europa en general: la gestación subrogada nacional está prohibida en muchos países de la Unión Europea, incluidos España, Francia, Alemania y Suecia.

Hace casi una década, el Parlamento Europeo condenó la maternidad subrogada por “socava[r] la dignidad humana de la mujer, puesto que su cuerpo y sus funciones reproductivas se utilizan como una mercancía”.

En abril, el Parlamento Europeo llegó al extremo de votar para clasificar “la explotación de la maternidad subrogada” como un acto de “trata de personas”.

La economista y escritora Jennifer Roback Morse ha enumerado una serie de razones para oponerse a la maternidad subrogada, entre ellas el aborto y la eugenesia que a menudo implican, el vínculo roto entre la madre gestante y el niño y sus efectos sobre ambos, los riesgos médicos para los niños concebidos mediante fertilización in vitro (FIV), la explotación de mujeres pobres y, especialmente, “la creación de un mercado de seres humanos”.

El diputado de Hermanos de Italia Gianni Berrino señaló una de estas preocupaciones durante el debate del proyecto de ley : “En el caso de la maternidad subrogada, la mujer no proporciona un órgano, sino que da a luz a un niño. La mujer queda así reducida a una incubadora, interrumpiendo la relación entre madre e hijo”.

Aún más inquietante es la posibilidad de que los pedófilos puedan comprar niños mediante gestación subrogada, una preocupación resaltada por los medios del Reino Unido en medio de informes de que un número considerable de hombres solteros de mayor edad están comprando niños sin verificación de antecedentes.

“Creo que se trata de una práctica bárbara que crea un mercado para los niños, independientemente de quién haga uso de ella. Todo el mundo debería ser penalizado”, dijo Jacopo Coghe, portavoz del grupo de defensa de la familia italiano Pro Vita & Famiglia, que apoyó la ley.

Como señaló NPR , Italia ya ha prohibido la adopción de niños por parte de “parejas” homosexuales durante el gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni, y los comentaristas han observado que esta nueva ley “cierra el último camino restante” para que los homosexuales obtengan hijos. Hay dificultades reconocidas para hacer cumplir la ley, como los obstáculos legales para acceder a los registros médicos extranjeros necesarios para demostrar la participación de los ciudadanos italianos en la gestación subrogada internacional.

“La maternidad es algo absolutamente único, no puede ser gestada por vientre de alquiler y es la base de nuestra civilización”, dijo Lavinia Mennuni, senadora de los Hermanos de Italia, sobre la ley, según Euronews. “Queremos erradicar el fenómeno del turismo de gestación subrogada”.