El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) era el último gran obstáculo que impedía que España dejara de ser una democracia y se transformara en una oscura tiranía, tutelada por el amo Pedro Sánchez, un personaje peligroso capaz de todo a cambio de poder, y por un PSOE que ha dejado de ser socialista y que se acerca a las estructuras esclavas de los partidos comunistas de China y Corea del Norte, donde todo está bajo control del “amado líder”..

Ese obstáculo ha saltado por los aires y el camino hacia la ignominia de una España patria de esclavos ha quedado expedito.

La progresista Isabel Perelló es la nueva presidenta del CGPJ con el apoyo de los conservadores. La magistrada se convierte en la primera mujer en presidir el Poder Judicial y resultará determinante de cara a los nombramientos pendientes para la cúpula judicial.

El control del poder judicial por el sanchismo equivale a una vía libre para las grandes barbaridades que el sátrapa proyecta en contra de la voluntad mayoritaria de los españoles, indultos, amnistías, referéndum para separación de Cataluña, consagración de la desigualdad y una batería de privilegios para los amigos del poder y de miserias y carencias para los adversarios del líder supremo.

La democracia fue diseñada para limitar y controlar el poder de Lis políticos y los gobiernos. Cuando un tirano impone su bota, el mundo y la civilización se degradan y envilecen.

España parece un país maldito, el primero de Europa que cae en manos de la serpiente.

No sólo la libertad está en peligro sino también la prosperidad, la paz, la justicia y la igualdad. Las clases medias van a ser arrasadas, los impuestos serán todavía más abusivos y la gente libre y pensante será perseguida, sin que existan ya rincones de defensa, sin esperanza, en manos del capricho de las huestes corruptas de la ambición socialista.

Lo sorprendente es que la nueva presidente fue propuesta por el bloque conservador, a pesar de ser considerada de perfil progresista. Su nombramiento ha salido adelante por 16 votos, frente a cuatro, lo que la convierte en la primera mujer en presidir el Poder Judicial. Han votado por ella los diez conservadores y seis magistrados socialistas.

Todo huele a traiciones y a pactos ocultos y antidemocráticos en la cúspide de la política española, entre los dos grandes partidos que han gobernado España desde la muerte de Franco. PSOE y PP sueñan con restablecer el bipartidismo y con turnarse en el poder sin interferencias de terceros partidos, como Sumar, en la izquierda, y VOX, en la derecha, a los que quieren asfixiar.

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