El puente de agosto ha finalizado. El día 15 de agosto, día de la Asunción de la Virgen María y fiesta en toda España, cayó este año en jueves y permitió hacer puente a muchos de los trabajadores que no tienen vacaciones este mes. Sin duda alguna, es una de las fechas más señaladas en el calendario.

Aunque un negocio de hostelería, a priori, debería casar bien con el turismo, hay establecimientos que se sienten más cómodos tratando con una clientela local. ¿El motivo? Está claro: la falta de educación de algunos comensales o la ausencia de respeto hacia los trabajadores, sobre todo en verano.

Explicación

Es el caso de Puerto Martina Bar, en la playa de Mera, en Oleiros (La Coruña), donde “ante la inminente llegada del puente del 15 de agosto, donde si cae una bomba en Mera quedan sin tontos en la Meseta”, decidieron cerrar entre las fechas del 12 al 19 de agosto.

Y es que la mayoría de los turistas vienen de Madrid, debido a la larga tradición de veraneo en este pueblo de Oleiros, que se remonta a más de medio siglo. Ahora bien, los hijos y nietos de aquellos veraneantes de los años 80 y 90 cuentan con “un poder adquisitivo muy inferior al de antaño” ha explicado María, responsable de este bar, a ‘Quincemil’.

“Esperemos que el 20 esté más liberado el panorama”

Es decir, el gran número de turistas no se traduce en un aumento de ingresos para los bares, sino en todo lo contrario: clientes problemáticos, tramposos y tacaños, con pocas excepciones. “Disculpad las molestias y esperamos que a partir del día 20 esté algo más liberado el panorama”, reza el comunicado.

Por si esto fuera poco, los responsables también han criticado la “última oleada” de las expresiones utilizadas por estas personas, como “me pones 2 barcelós cola y 4 vasos”, “tendrás un pincho de tortilla para acompañar con el café, que solo no me entra” o “aparte de macarrones con carne y empanada de pulpo tendrás otros pinchos…”.

El impacto de la decisión

En definitiva, los dueños del bar de Oleiros reniegan de la consideración de chiringuito veraniego y defienden la labor del establecimiento, que presta servicio a la localidad durante todo el año.

“Consumen poco y se sientan muchas personas. Económicamente, nos aporta poco, pero físicamente nos desgasta”, ha manifestado María.

En su larga experiencia en la hostelería, ha afirmado que han acabado echando del bar a algún grupo de jóvenes en alguna ocasión. La decisión, que se ha viralizado en redes sociales, busca evitar la avalancha de turistas durante el puente de agosto y adelantar las vacaciones del personal, inicialmente previstas para septiembre.