José Gregorio Martínez.- El Partido Demócrata ha cometido sin duda el mayor error de su historia. Con el veredicto que declara culpable al expresidente Donald Trump y candidato republicano para las elecciones presidenciales de noviembre en un juicio claramente motivado por razones políticas, el rival de Joe Biden toma mayor impulso electoral. Ahora, al ser condenado, Trump ha sido puesto en el papel de mártir. En la página web de su campaña se presenta como un “preso político”, el portal para donaciones ha colapsado por alto tráfico y las más destacas figuras republicanas cierran filas en torno a su candidatura de cara a los próximos comicios. En lo jurídico puede haber tenido un revés, pero en lo político todo se alinea a su favor.

El tiempo ha demostrado que los procesos judiciales en su contra, lejos de golpear su popularidad han catapultado su candidatura, al punto que encuestas contratadas por medios afines al Partido Demócrata así lo han reconocido. Donald Trump no se ha ganado el apoyo de sus seguidores siendo políticamente correcto sino por todo lo contrario. En 2016 llegó a la Presidencia con la propuesta de construir un muro en la frontera con México para frenar la migración ilegal como su principal bandera. Previamente había sido subestimado por ser un outsider sin experiencia política dedicado más bien al show business con su reality El Aprendiz y la organización Miss Universo. Una vez se sentó en la Oficina Oval de la Casa Blanca tuvo que enfrentar dos intentos de impeachment y ahora avanza como favorito para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre con cuatro causas abierta, incluyendo la condena anunciada este jueves por una de ellas.

Para analizar esta decisión desde lo jurídico y lo político conversamos en PanAm Post con el abogado y analista republicano, Jeffrey Kihien, quien, por un lado, sostiene que “no hay posibilidad de que sea una condena efectiva de ir a la cárcel”; y por el otro, asegura que es “imposible” que en el Partido Republicano consideren cambiar de candidato, tomando en cuenta que la sentencia se anunciará el 11 de julio, justo cuatro días antes del inicio de la convención nacional del partido en la que se hará oficial la candidatura de Donald Trump, sin importar que haya sido condenado. A su juicio, “el Partido Republicano esta más fuerte que nunca”.

Otra posibilidad que para Kihien está descartada es que alguna de las otras causas judiciales abiertas contra el exmandatario prospere y se le sume otra sentencia antes de las elecciones. Además, explica que en caso de ser condenado a prisión –de lo que habría escases probabilidades– y que Trump gane los comicios de noviembre, el eventual cumplimiento de una pena tras las rejas se pospondría para cuando entregue el poder en enero de 2029.

El abogado y analista considera que lo más preocupante es el precedente que se está sentando, ya que “el sistema judicial de Estados Unidos era el mejor del mundo y ahora ya no lo es” porque lo que está ocurriendo lo ve como “el principio del fin, la decadencia de Estados Unidos”.