Pedro Sánchez y la portada de su tesis

Jorge Sanz.- De todo cuanto se ha escrito al calor (y sonrojo) de la carta de Sánchez a la ciudadanía, me ha llamado especialmente la atención el ímpetu de algunos periódicos en señalar que la misiva está escrita de su puño y letra, lo cual es toda una novedad. Y no me extraña. Una vez leída, ya entiendo por qué subcontrató la tesis doctoral y sus libros de memorias. El texto es, tanto en la forma como el fondo y sus motivaciones, impresentable.

No han pasado ni 40 días entre esta carta lacrimógena y las últimas amenazas de Sánchez a Feijóo desde su escaño, cuando le advirtió con gestos chulescos que tenía «más cosas» sobre él y su mujer. ¿Qué ha pasado entonces en estos 40 días? ¿Hay parientes de primera y de segunda? No se vio a Feijóo tomarse días libres después de aquella amenaza, como tampoco se los cogió Díaz Ayuso cuando, en sede parlamentaria, Sánchez acusó a su hermano de corrupción a pesar de que el asunto llevaba meses archivado en España y en Europa. ¿Qué ha ocurrido para pasar de la bravura a la devastación personal? ¿Qué le lleva a inventarse un puente de cinco días en mitad del mes de abril?

No siento ninguna pena por este Sánchez compungido y epistolar, que nos tiene inquietos hasta el lunes 29, día por cierto de san Pedro mártir (tiene guasa el asunto). Y me sabe mal, porque me educaron en la empatía y la compasión.

Pero no hace falta tener dos ingenierías para intuir que la «carta a la ciudadanía» es solo cemento para enfoscar el muro de Sánchez, esa doctrina política según la cual ser de derechas y pensar que nos merecemos algo mejor al sanchismo te convierte en un mal español, inevitablemente.

Si todavía cree en la Justicia, como asegura, y si lo de su mujer es solo una «denuncia falsa», como dice su partido, ¿por qué no espera a que todo caiga por su propio peso para reivindicarse como un hombre limpio? Ya respondo yo: porque se piensa que España es su cortijo y que el país puede esperar a que consulte con la almohada.

Sánchez no pierde ocasión para polarizar. Lo mismo le dan unas diligencias abiertas que la canción de Eurovisión. ¿Que demuestras por escrito que las empresas que financian el máster/cátedra de Begoña Gómez recibieron luego dinero público? Eres fachosfera. ¿Que la canción Zorra te parece una mediocridad? Es que te gusta más el Cara al sol. Y así con todo.

Es la pataleta del que se sabe acorralado no tanto por la Justicia como por la demoscopia, pues nunca nadie se empeñó en mandar (que no gobernar) con menos apoyo ciudadano. Y ahí están los resultados.