En 1914 (el 28 de junio, para ser exactos), la chispa prendió por el asesinato en Sarajevo del príncipe heredero austriaco Francisco Fernando y esposa a manos de un nacionalista serbobosnio, Gavrilo Princip. En 1939 (1 de septiembre) fue la inesperada invasión de Polonia por parte de las tropas nazis, por la espalda y a traición, lo que desencadenó la entrada inminente en la guerra de Gran Bretaña y Francia. Hay quien dice que la Tercera Guerra Mundial, si es que algùn día se produce, tiene muchos escenarios en los que prender.

Uno de estos candidatos a desencadenar el conflicto es Vladimir Putin y su tentación de trasladar el conflicto de Ucrania a otros países limítrofes. El otro, una temida invasión china de Taiwán, nunca descartable. El tercero, y el que aparece en todas las quinielas, es por supuesto Oriente Próximo.

La mayoría de las guerras, no solo las mundiales, tienen unas causas que se van cocinando a fuego lento y una chispa que hace prender todo y que, como le gusta decir a los diplomáticos, nunca se sabe dónde va a surgir. Los últimos conflictos internacionales, desde la invasión de Ucrania hasta las dos guerras del Golfo, pasando por la desintegración de Yugoslavia o la matanza de Ruanda entre hutus y tutsis, tienen un desencadenante que lo precipita todo.

En el caso de Oriente Próximo hay tres fechas que son clave para entender cómo se ha llegado al ataque de Irán a Israel del pasado sábado.

7 de octubre: el “11-S de Israel”

La chispa que desencadena el conflicto actual está, sin duda alguna, en el ataque terrorista de Hamás el 7 de octubre. Ante el asombro de la sociedad israelí y del resto del mundo, varios comandos terroristas entraron con pasmosa facilidad en territorio israelí, mataron y secuestraron a a centeneres de jóvenes que celebraban una fiesta cerca de la frontera y asaltaron varios kibutzs israelíes.

Familias enteras con niños y adultos sufrieron las consecuencias de un ataque terrorista que, además, fue retransmitido en directo por los milicianos de Hamás, abriendo la puerta a la respuesta israeli.

1 de abril de 2024: el ataque “quirúrgico” en Damasco

Después de cuatro meses de ofensiva sobre Gaza, Israel decidió hacer una operación quirúrgica propia de estas guerras al atacar el consulado de Irán en Damasco con un bombardeo que dejó al menos 16 muertos, entre ellos altos mandos de la Guardia Revolucionaria de Irán y dos civiles.

Entre las víctimas mortales estaba un alto comandante de la Fuerza Quds de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), el general de brigada Mohammad Reza Zahedi y otros siete oficiales. Irán prometió venganza y devolver el golpe a Israel, lo que puso en guardia a todas las potencias mundiales ante la entrada directa de uno de los países dominantes en la región y quien, según todos los observadores internacionales, está detrás del ataque de Hamás del 7-O.

12 de abril de 2024: lluvia de misiles y drones hacia Israel

La tercera fecha clave de este conflicto es, por supuesto, la del pasado sábado, cuando Irán materializó sus amenazas contra Israel con un ataque de más de 300 misiles y drones que el escudo antiaéreo hebro logró repeler en casi su totalidad.

Ahora la clave está en saber si Irán dará por vengada la afrenta o, visto el escaso éxito, prepara nuevas ofensivas. Las autoridades del país han dado a entender que así será, pero habrá que ver con el paso de los días si es solo retórica bélica o el empeño de prolongar la escalada bélica.

La Razón