La reunificación de la derecha
El PP seguirá dominando la esfera política gallega por cuatro años más. Confirma su quinta mayoría absoluta consecutiva desde 2009, año en el que expulsó a bipartito PSOE-BNG de la Xunta. El poder del PP se extiende también a todos los segmentos de edad, en los que es también la primera fuerza política. También lo es en el campo y en la ciudad, entre hombres y mujeres y en las cuatro provincias gallegas, así como en entre los nuevos votantes. Su expectativa de voto ha sido ascendente desde la convocatoria de las elecciones, y hoy, a una semana de las elecciones, ya se sitúa en el 48,6%, lo que le asegura entre 40 y 41 escaños. Es la fuerza hegemónica en la derecha y centro, pues obtiene el 97,0% del voto de estos perfiles ideológicos. En las anteriores elecciones autonómicas alcanzó el 94,4%. Ahora 2,6 puntos porcentuales más. Lo que confirma la concentración del voto no nacionalista ni de izquierdas en el Partido Popular. A ello contribuyen tanto la no presentación de la candidatura de Cs en estas elecciones, como el retroceso de Vox.
Las derechas y centro derecha sumarán 50,1% del voto, de los que el PP 48,6% corresponde al PP y el 1,5% a Vox. Los de Abascal caen desde el 2,0% de 2020 al actual 1,5%. Como prueba de la reunificación de la derecha, el mayor porcentaje relativo de voto que migra se da en el seno de Vox; el 40,7% de sus electores de 2020 se pasarán ahora al PP.
Mientras que la izquierda está absorta en un proceso de fragmentación y radicalización política. Son cuatro formaciones las que concurren a estas elecciones. En 2020 sumaron el 47,1%. Cuatro años después siguen sumando prácticamente lo mismo; 47,0%. Pero ha habido un importante corrimiento interno, la primera opción en 2020, el BNG, vuelve a serlo ahora también, pero acumula más poder, pasa de sumar el 50,5% de todo el voto de la izquierda, a alcanzar el 55,5%. Lo consigue debilitando aún más al PSOE, que en las anteriores elecciones autonómicas contaba con el 41,9% del voto de la izquierda, y que debe conformarse a una semana de las elecciones con el 34,9%. Mientras que el BNG pasa del 23,8% al 26,1% del voto, los socialistas retroceden del 19,4% al 16,4%. Son ya casi diez puntos porcentuales los que separan a BNG y PSOE. En escaños los de Pontón crecen de 19 a una horquilla de 21 a 22. Mientras que los socialistas gallegos bajan de los 14 de 2020 a los 12/13. Por lo que el PSOE, lejos de recortar distancias con el BNG y recuperar poder entre los votantes de izquierda, se hunde aún más.
La caída del PSOE se repite también en el País Vasco, escenario esta inminente primavera también de elecciones autonómicas, y en donde EH Bildu se refuerza con el consiguiente retroceso del PSOE vasco. Y a nivel nacional el deterioro electoral del PSOE es manifiesto e innegable.Las dos opciones minoritarias de la izquierda gallega, Sumar y Podemos, se encuentran con unos niveles de voto muy bajos. Sumar con el 4,2% del voto aspira como mucho a 1 escaño, que lo tiene en estos momentos dudoso, mientras que Podemos queda completamente descartado, con tan solo el 0,3% del voto.
Centro derecha y derecha confluyen de nuevo en un único partido capaz de conseguir la mayoría absoluta, el PP, mientras que el votante de la izquierda cada vez opta más por formaciones más extremistas y contrarias a la Constitución, debido a la incapacidad del actual PSOE de imponerse en el centro izquierda/izquierda.
Tras el proceso de degradación de la vida política española iniciado en 2014, en la que el bipartidismo saltó por los aires, la derecha está acercándose, una década después, a la reunificación, mientras que el PSOE, lejos de contener el incendio, se suma al mismo.