Pocos países en el mundo reúnen tantas condiciones como España para que sus ciudadanos se rebelen contra los políticos que los mal gobiernan y los conducen hacia la pobreza, el fracaso y la esclavitud. La clase política española es de las más deficientes y detestables del mundo y, a pesar de ello, saca pecho y campea por España con aires de victoria y sin miedo a la Justicia, cuando sin duda merece ser juzgada por los estragos que causa a la nación y a sus ciudadanos
.
¿Qué le ocurre a los españoles, que fueron en el pasado el pueblo más bravo y temido del mundo y que supo forjar un imperio invencible durante al menos dos siglos, pero que ahora nada vergonzosamente en la más sucia cobardía? ¿Por qué España se ha llenado de cobardes que soportan que los políticos, muchos de ellos ineptos y corruptos, abusen del poder y les aplasten la cabeza y el futuro con sus botas llenas de cieno apestoso?

La respuesta es la cobardía, explicada como nadie por el dirigente nazi Josep Goebels, lugarteniente de Adolf Hitler, cuando dijo que 50 guardias eran más que suficientes para controlar un campo de exterminio de 20.000 presos. Explicó que el miedo haría que sólo 10 prisioneros de todo el campo serían capaces de rebelarse y que el resto obedecería siempre a cambio de sobrevivir. Y concluyó que 40 de los 50 guardias sobraban.

Esa tesis, dramática pero veraz de los opresores nazis, siempre ha funcionado en el mundo y explica lo fácil que ha sido para los grandes asesinos de la Historia, como Stalin, Mao, Pol Pot y el mismo Hitler, asesinar a cientos de millones de cobardes, incapaces de rebelarse contra sus políticos.

España tiene un déficit terrible de valentía y amor a la libertad. El país agacha la cabeza y se somete a pesar de que está siendo destrozado por el socialismo corrompido de Pedro Sánchez, que viola la Constitución otorgando privilegios y entregando el Estado a trozos a la peor ralea de la nación, integrada por comunistas totalitarios, nacionalistas sin escrúpulos, golpistas y herederos del terrorismo asesino de ETA.

Pero el desastre que provoca Sánchez va mucho más lejos porque también divide al país, enfrenta a unos con otros, propaga el odio, miente, viola las leyes, asalta la Justicia, acuchilla la democracia y reparte de manera injusta y sucia los recursos de la nación, además de comprar votos y envilecer a las personas.

La solución de España y de otros pueblos del mundo oprimidos y destrozados por sus políticos, como Cuba, Venezuela, Corea del Norte, Irán, Rusia y otros, está en la resistencia y lucha por la libertad, aunque casi siempre haya que ganarla con sangre porque los políticos corrompidos y totalitarios suelen matar sin que les tiemble la mano, para defender sus privilegios y su poder borracho, como nos enseña la Historia.

Voto en Blanco