El resultado de las elecciones argentinas parece abrir una nueva dinámica en el proceso de sometimiento de las naciones por parte de la plutocracia financiera anglojudía. Son varias las rarezas del proceso que merece la pena conocer también en relación con España.

A diferencia de otras anteriores de los candidatos globalitarios, la victoria de Milei ha sido muy importante y la gran primera incógnita que surge es la del fraude. Ha sido tan importante porque ha habido gran pucherazo o, al revés, ha sido tan grande el apoyo que no han podido hacerlo, al menos en la fase final de ballotage. Creo que ha debido ser lo segundo.

Con diferencias técnicas importantes tanto el sistema político argentino como el español están infectados de demagogia y corrupción, en la que de un modo u otro participan todas las fuerzas políticas del Régimen.

La figura de Milei, aunque no exenta de corrupción y amigos o protectores indeseables, pudiera ser considerada como la de un simple profesional extramuros del Régimen hasta hace poco más de un año. De modo que resulta difícil de comprender que haya podido derrotar a todo un prostituido sistema parasitario como una voraz garrapata y comprometido además en una campaña feroz, salvo que haya tenido ayudas en el sentido que sea una figura de prueba como experimento de alternativa al socialismo plutocrático por parte de las élites mundialistas. Quizás consideran que el peronismo ya ha hecho todo los desastres que podía y conviene probar otras maneras no sea que la desesperación fuera a producir un proceso verdaderamente revolucionario no controlado.

En relación con lo anterior conviene recordar que Milei desea “dolarizar” la economía argentina. También su formación en un colegio católico aunque sin embargo coquetea públicamente con el judaísmo y con el sionismo israelí. En esto es semejante a su enemigo Bergoglio aunque se comporte como un criptojudío. Milei le había llamado “representante del maligno en la tierra” o “divulgador del comunismo” ¿Acaso demasiado poco para sus méritos? El lector juzgará.

Si bien los últimos presidentes del PSOE y otros militantes empoderados han sido condenados por corrupción y saquear los fondos de los parados no habrían recibido muestras de rechazo como la presidenta señora Kirchner, también condenada por su avidez por la hacienda ajena. De modo que cabe pensar que en todo caso el argentino medio está más que harto del peronismo, lacra que, como el PSOE aquí, obstaculiza cuando no impide el desarrollo moral, político y económico de la sociedad argentina. Así que ha preferido a un personaje histriónico amigo confeso de gringos y sionistas que al actual desastre conocido. Y a la desesperada se ha agarrado a un clavo ardiendo y que sea lo que Dios quiera. Es posible que el resultado sea el desmantelamiento nacional argentino por la vía rápida o incluso un futuro golpe militar.

Cabe recordar por si fuese oportuno o clarificador que la Patagonia argentina fue uno de los destinos contemplados por los sionistas de Teodoro Herzl para un futuro asentamiento judío.

Con las instituciones en contra durante las últimas semanas y en la campaña electoral, el caso es que Milei ha salido ganador. El propio Bergoglio y la corrompida y acomodaticia Iglesia oficialista argentina han resultado clamorosamente desautorizados. Como también los asimilados al ámbito de lo que sería aquí el PP. Falsa alternancia turnista que no alternativa al corrupto régimen.

Sin embargo, la vicepresidente Victoria Villarroel, es católica practicante. Su discurso en cuestiones importantes ha sido claro. Así la propuesta de un plebiscito para derogar la ley del aborto, derogar la pervertida educación sexual de las escuelas y acabar con la ideología de género que envenena las estructuras del Estado argentino. Esto, junto con la promesa de acabar con chiringuitos de sindicalistas, vagos, maleantes y paniaguados, sería lo más satisfactorio del proceso. Se trata de la posible reversión de la destrucción espiritual y moral a la que estamos siendo sometidos por el neomarxismo cultural.

La cosa pudiera quedar así limitada a un proceso de reconstrucción nacional pero también admite otra interpretación dependiendo del grado de soberanía ligada entre otras cuestiones a la deuda. Se iniciaría una nueva fase de construcción del NOM, eliminando tinglados y tenderetes zurdos muy útiles para engordar el déficit y desmantelar las naciones existentes, pero que ya resultarían obstáculos para el futuro.

Pronto se verá lo que da de sí el experimento Milei, pero nuevamente engañado o no, es preciso elogiar al pueblo argentino por al menos intentar quitarse la losa de encima, cosa que no ocurre en el degradado reino de Su Majestad.

¿Puede extenderse aquí a España el experimento Milei?

Buena pregunta. Creo que aún es pronto para saberlo. De momento la situación aquí, aún con despotismo y miseria crecientes, no es tan desesperada como la argentina. Como hemos visto dependerá del grado de implicación de la plutocracia anglojudía y de cómo termine resultando el experimento.

Pero la desdolarización del comercio mundial avanza con los BRICS, lo de Ucrania no les va bien, y acaso no puedan perder tiempo.

De momento, la Monarquía borbónica actual garantiza la paulatina devastación nacional sin demasiadas protestas ni sobresaltos que pongan en peligro el fatal resultado final.