G​ideon Levy.- Giora Eiland es uno de los “agentes pensantes” del ejército. Simpático y elocuente, su comportamiento gira en torno a la moderación y el juicio informado. Su carrera militar es impresionante, dirigió la División de Planificación y Operaciones del Ejército y dirigió el Consejo de Seguridad Nacional. El Partido Laborista lo entrevista y elogia constantemente. No murmura ni es ignorante como el general de brigada Amir Avivi, ni sanguinario como Itamar Ben Gvir. Una derecha moderada y centrista.

Eiland, que no se encuentra bien e incluso ha escrito un libro sobre su sufrimiento, tiene una idea: las epidemias en Gaza son buenas para Israel. “Después de todo, los brotes graves en el sur de la Franja de Gaza nos acercarán a la victoria y reducirán el número de heridos entre los soldados del ejército israelí”, escribió esta semana en Yedioth Ahronoth. Sólo hay que esperar a que las hijas de los líderes de Hamás contraigan la peste y listo.

Eiland no dio más detalles sobre qué plaga recomienda: peste, forúnculos o cólera, tal vez un cóctel de viruela y SIDA; quizás también hambre para dos millones de personas. Una promesa de victoria israelí a un precio inmejorable. “Y no, no es crueldad por la crueldad”, insistió, como si alguien pensara lo contrario. De hecho, es una bondad y un sentido humano poco comunes que sólo salvaría vidas humanas.

Eiland, como Madre Teresa, oficial y caballero del ejército más moral del mundo, hizo una propuesta nazi y no se levantó ninguna tormenta. Cualquiera que ​acuse de genocidio a Israel es, después de todo, antisemita. Imagínense que un general europeo propone matar de hambre a un país o matarlo con una epidemia (​a los judíos, por ejemplo). Imagínese propagar una plaga para fomentar el esfuerzo bélico. En la guerra todo es justo y ahora se acepta sugerir todo lo que se ha soñado sin atreverse a mencionarlo. La corrección política se ha puesto patas arriba. Cualquiera puede ser Meir Kahane, nadie puede ser humano. Proponer ​un genocidio está bien, pero no compasión por los niños de Gaza. Se acepta proponer una limpieza étnica​, pero no escandalizarse por el castigo infligido a Gaza.

Ya no es sólo la derecha. Esta es la mayoría actual. El diputado de Yesh Atid, Ram Ben Barak, apoya ​el traslado voluntari​o (de los palestinas de Gaza), al igual que la ministra moderada Gila Gamliel. La Ministra de Asuntos Exteriores ha dicho que ella no representa al gobierno. Pero sí, y no sólo el gobierno.

La monstruosidad se ha vuelto correcta, el diabolismo ha penetrado en el centro e incluso en la izquierda del centro.

Todavía no nos hemos recuperado de la brutalidad de Hamás y ya estamos inundados de toda esta bondad, no sólo de la extrema derecha y los colonos, sino también del corazón del centro israelí. Aparentemente hay una crueldad horrible y una crueldad correcta. Los de Hamás son animales, pero la propuesta de propagar la p​este es legítima. Una de las cosas más peligrosas nacidas en esta guerra se está desarrollando ante nuestros ojos: la estandarización, legalización y normalización del mal.

Este mal surgió del caldo de cultivo del increíble desprecio y la patológica indiferencia en Israel hacia lo que está sucediendo ahora en Gaza. Los periodistas extranjeros que vienen aquí no pueden creer lo que ven: el sufrimiento en Gaza no existe; Israel no mató a miles de niños ni expulsó a un millón de personas de sus hogares. El sacrificio de Gaza está completamente oculto, desaparecido no sólo del discurso público sino incluso de las noticias diarias. Para la televisión israelí, la única del mundo, no hemos matado a ningún niño. Según los medios israelíes, las Fuerzas de Defensa de Israel no han cometido ni el más mínimo crimen de guerra.

Una sociedad que desprecia tanto la realidad y es tan indiferente al sufrimiento del país al que ha declarado la guerra conduce a mutaciones morales como la de Eiland. Podemos estar seguros de que piensa que su sugerencia no está contaminada en modo alguno, que todo lo que hizo fue hacer una sugerencia razonable que sirve a los intereses de Israel. Además, ¿qué hay que tener en cuenta aparte de los intereses de Israel? El derecho internacional es para los débiles, la moral para los filósofos, el humanismo para los corazones sensibles. Y realmente, ¿qué tiene de malo una p​este en Gaza? Sólo una cosa: podría infectar también a Israel. De hecho, esto ya es así.

Fuente: https://investigaction.net/la-proposition-monstrueuse-de-giora-eiland-sur-gaza-cest-le-mal-au-vu-et-au-su-du-monde/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=la-proposition-monstrueuse-de-giora-eiland-sur-gaza-cest-le-mal-au-vu-et-au-su-du-monde