Oriana Rivas.-  “Soy mujer y me llamo Vida”, ese es el título de un video publicado por el youtuber ‘Inocente Duke’ donde explica cómo logró modificar su partida de nacimiento para figurar con el sexo femenino. Inició el proceso tiempo atrás, pero ahora es cuando se empiezan a concretar los resultados impulsados por la agenda ideológica del progresismo español que lidera la ministra de Igualdad, Irene Montero.

Javier Rodríguez —su nombre original— ahora es mujer. Aseguró que podrá vivir “como una campeona, con todos sus nuevos derechos”, por lo que se siente “súper feliz e imparable”. En su canal de YouTube explica que el proceso no es difícil, pero sí requiere paciencia. De cualquier forma, sin necesidad de presentar exámenes médicos, sino acudiendo al juzgado y afirmar que es mujer, el sistema judicial español le dio el visto bueno.

“Por fin mi partida de nacimiento está modificada y ya puedo ir a sacarme el DNI donde figuraré como mujer, como Vida Rodríguez”, cuenta el youtuber para evidenciar que las leyes de género de Montero son tan absurdas como peligrosas. La Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual conocida como ley del ‘solo sí es sí’, ya lo ha demostrado al beneficiar, hasta el 19 de septiembre, a 1205 abusadores sexuales condenados.

“Puro marketing”

Con la modificación de identidad, “la” youtuber se librará de hipotéticas denuncias por violencia de género de otras mujeres, podrá competir legalmente en selecciones femeninas en el deporte, acceder a ayudas que el Estado da a divorciadas y un sinfín de otros nuevos beneficios. ¿Suena absurdo? Sí, porque así lo es y “la” protagonista de esta historia lo reconoce.

“Irónicamente, lo que ha hecho la Ley Trans es ayudar a los hombres”, dijo en una entrevista para desmontar el discurso de Irene Montero. En sus videos de YouTube, ‘Inocente Duke’, exhorta a todos sus seguidores hombres a que hagan lo mismo. Pero hay que fijarse bien en su motivación: denunciar las leyes de género de la izquierda española que quiebran a las instituciones del país y crean un caos social que hoy todavía es incuantificable en términos generales.

Su objetivo es hacer un documental con todo el proceso del cambio de sexo y lo que implica. Como era de esperarse, no tuvo mayores complicaciones administrativas: le pidieron su partida de nacimiento (donde figuraba como hombre), su documento de identidad, el padrón y una carta manuscrita pidiendo el cambio de sexo y de nombre. Le solicitaron pruebas de su percepción como mujer, a lo que solo tuvo que presentar cosas como carnet de biblioteca, de gimnasio o reservas en restaurantes. En pocas palabras, la lucha en favor del feminismo que tanto promueve la ministra de Igualdad termina beneficiando al género contra el cual despotrica. Rodríguez lo dejó claro: “Esta ley no tiene ningún fin, es puro marketing, lo único que busca es utilizar a las personas trans para lograr votos”, afirma.

Fracaso de la agenda progresista

Las leyes de género de Irene Montero han tenido consecuencias desastrosas. Abusadores sexuales reinciden apenas salen en libertad porque se les rebaja la condena gracias a la ley del ‘solo sí es sí’, al tiempo que el Gobierno español carece de la capacidad para registrar detalladamente la cantidad de casos de cambio de identidad amparados en la ‘ley trans’.

Pero a la ministra parece no importarle, ya que se ha dedicado a publicitar su agenda, financiada además por el multimillonario progresista George Soros. Una conducta que podría perpetuarse ahora que el presidente socialista del Gobierno español, Pedro Sánchez, pactó con los independentistas para asegurar su investidura.

Sin embargo, ante cada iniciativa ideológica de la izquierda española, surgen experimentos como los de ‘Inocente Duke’, quien además registró todo el lenguaje inclusivo en un libro de su autoría para evitar que activistas o políticos lo usen sin su autorización. Aunque hay matices legales en este caso que evitarían tal propósito, no se niega que también pone a prueba las excentricidades del progresismo.