El origen del Mal
José María Nieto Vigil.- Toda causa tiene su efecto (consecuencia); todo efecto es causa, a su vez, de otro efecto. No existe causa incausada, salvo Dios, causa de todo sin causa previa y, por descontado, causa de todo los efectos. Parto de esta reflexión tomista –de Santo Tomás de Aquino-, para establecer la cadena de causas que han generado el tinglado en el que nos encontramos, comiéndolo y bebiéndonoslo los españoles, por mor del ejercicio del derecho de voto que nos garantiza nuestro Estado social y democrático de derecho. Así pues, lo que está acaeciendo en nuestra Patria –con mayúscula-, es consecuencia (efecto) de nuestras personales, individuales e intransferibles decisiones derivadas del derecho a decidir. No hay otro agente moral más que nosotros mismos, a nivel singular y social o grupal, que pueda explicar el borde del precipicio al que hemos llegado. Somos autores de nuestros actos, de los que siempre derivan consecuencias, en este caso perniciosas, perjudiciales, nocivas y absolutamente contraproducentes.
Cuando acudimos, o no, a depositar nuestra papeleta en las urnas, debemos ser conscientes de la altísima responsabilidad y enorme compromiso que, en ese instante, estamos adquiriendo con nuestra Patria –con mayúscula-, con nuestro pueblo y, sin la menor duda, con nosotros mismos. La soberanía reside en el pueblo, es decir, corresponde a todos los españoles. De este principio derivan todos los poderes del estado: el legislativo, el ejecutivo y el judicial. Por tanto, es la causa de los efectos mencionados. Votar no es un juego sin sentido, cobra una dimensión fundamental generando efectos deseables, o indeseables, como son las circunstancias en las que nos hayamos.
Sin embargo, pese a la responsabilidad y el compromiso ejercido, el pueblo español no es más que el primer responsable con sus elecciones efectuadas. A partir de aquí –antes incluso- entran en juego los intereses partidistas de las diversas formaciones políticas proclamadas como representantes y, por tanto, depositarias de la soberanía popular en ellas confiada. Los electores deberían asumir este deber y la obligación del derecho disfrutado. Se convierten en causa de la configuración del poder legislativo, inspirador del poder ejecutivo y del judicial. Los segundos autores morales del pifostio nacional que nos azota son, a todas luces, los partidos políticos con sus respectivos programas, principios, voluntades de poder y líderes y escuderos designados. Y ellos, consecuencia de todo lo anterior, son la causa de los desvaríos, delirios y disparates con los que nos desayunamos cada jornada.
Pero sigamos avanzando en la cadena de causas y efectos. Las formaciones aclamadas en las urnas, una vez configurado el poder legislativo, inician una ronda de negociaciones y contactos para formar el poder ejecutivo, es decir, para configurar el gobierno del todavía Reino de España. Designan interlocutores, jefes de filas y líder aspirante a tales menesteres que, sin ser ninguna broma de mal gusto, tienen en sus manos el porvenir de España y el futuro de los españoles. Por esto precisamente hay que ser muy consciente, sensato y formal a la hora de escoger colores, siglas y programas. Hacerlo de manera ligera y superficial nos lleva a tener representantes insensatos, irresponsables e informales, muchos de ellos conscientes, otros plenamente consecuentes con lo que defienden, plantean y defienden en las diferentes mesas de diálogo y negociaciones abiertas. Así, llegamos al tercer nivel de autoría moral del drama político existencial que nos está diezmando en nuestros presupuestos de credibilidad, fiabilidad, veracidad y confiabilidad como estado, como nación, como país y como Patria –con mayúscula-. Para mí la Patria supera el sentido de nación, estado o, despectivamente, de país.
Elegidos nuestros próceres patrios en sus respectivos escaños, sus señorías se convierten en súbditos de sus respectivos virreyes (líderes) que se disputan el Reino de España, vendiéndose al mejor postor que les permita encumbrarse como jefe de gobierno acompañado de su mesnada (Consejo de Ministros) al jefe de filas correspondiente. En este reducido grupo –auténtica casta-, se toman decisiones, supuestamente amparadas por las leyes aprobadas en el Parlamento, aunque sea por la puerta de atrás, sin luz, menos aún taquígrafos, con las que operar y cumplir con los pactos y acuerdos de investidura. Y en España somos muy desgraciados, pues nuestros destinos están en manos de políticos sin escrúpulos para lo malo y, por el contrario, con demasiados reparos para lo bueno, en el sentido colectivo y común, por descontado. Nuestra casta política y nuestros ilustres dignatarios son una autentica plaga de proporciones bíblicas, causante de tantos duelos y quebrantos, de tanto desatino y desvarío.
Profanada la división de poderes desde el ejecutivo, que también desluce al poder legislativo, el supuesto estado social y de derecho estalla por los aires. Consecuencia: chantajes de las minorías, secuestro del poder ejecutivo, presidencialismo, desdoro y violación del poder judicial, burla al Jefe del Estado –el rey-, deshonra del pueblo español, política de trueques y refriegas, indulto a los delincuentes y así, un larguísimo etcétera que define a un estado prostituido desde sus cimientos.
Nuestro ejecutivo, efecto del desmoronamiento moral de altísimas instituciones representativas de la soberanía popular, es causa y refuerzo del narcisismo delirante de nuestro ínclito presidente de gobierno. Su cualidades y sus defectos quedan reflejados a través de sus actos. No hay más que decir. Se convierte en causa causada del desastre, ruina, desgracia y calamidad que nos paporrea, fustiga y vapulea repetida y reiteradamente.
Autores morales, causas y efectos a la vez, son el pueblo soberano, los próceres designados, el ejecutivo proclamado y el jefe laureado.
¿Cuál es esa primera causa? Lamento ser categórico, pese al romanticismo de los fervientes constitucionalistas, defensores de la Carta Magna del 78. Sí queridos lectores, este es el marco que dibuja los límites, permitiendo que hayamos llegado a la abatimiento actual, auténtica paradoja de lo que prescribe y dicta. Un desviacionismo intolerable e inaceptable. Se ha convertido en un instrumento manipulable al servicio de espurios intereses partidistas. Un ordenamiento ordenado y orquestado que ha permitido llegar a tamaña debacle nacional. Es el origen del mal, aunque causa primera, pero no incausada. De este punto nos ocuparemos con mayor detenimiento en futuras entregas. Correrán los ríos de tinta.













Antonio Izquierdo, periodista ya desaparecido que fuera director del diario El Alcázar, lo explicó y lo pronóstico perfectamente en su libro Yo, testigo de cargo.
NO DEBEN OLVIDARSE QUE EL FRAUDE ESTA PRESENTE . COMO PIENSAN QUE EN ARGENTINA LLEGARON AL PODER CRISTINA Y EL INUTIL DE FERNANDEZ ??? ESA NOCHE HUBO UN APAGAON EN TODO ELPAIS QUE LLEGO A PARTE DE URUGUAY Y PARAGUAY DURO BASTANTE . BIDEN ES UN EJEMPLO NO PARA IMITAR . EN ECUADOR TENEMOS AL ALCALDE Y LA PREFECTA QUE ESTUVO ENJUICIADA REELEGIDOS Y EN GUAYAQUIL A LA SINVERGUENZA DE AGUINAGA TODOS CORREISTAS . PERO LO TRISTE ES QUE LOS QUE MANEJAN EL CNE , LA ATTAMAINT Y OTROS DOS ESOS SI SABEN LO QUE ES UN FRAUDE .ME OLVIDABA… Leer más »
Pero si no se ha hecho el escrutinio general ¿cómo se puede responsabilizar al pueblo de nada?
Completamente de acuerdo, los responsables son todos los partidos esencialmente. En el Parador Nacikonal de Avila, donde se reunieron para redactar la constitucion, hay un monolito masonico recordando “el glorioso evento”.
Estamos esperando el escrutinio general todavía… con qué derecho responsabilizas al pueblo de algo q aún se desconoce?
Ostiaputa Felipe Gonzalez en chaquetaPANA, el unico que sigue vivo…
Digamos que es un acto de demagogia… también Pablo Iglesias se presentó ante el rey vestido de camarero para después ser pillado en la gala de los Goya con traje de pajarita. (Aunque la rata se vista de seda, rata se queda).
Solo una vez en mi vida he acudido a un mitin político, cuando tenía 14 o 15 años, en la plaza de toros de Valencia para ver a Felipe González y a Alfonso Guerra. ¡Un espectáculo, oiga! Con hora y media tuve el tiempo suficiente para darme cuenta de que iba esto.
Saludos y Buenas tardes.
La causa última del presente descalabro está en la población supuestamente española de Cataluña. Nada menos que 19 diputados obtuvo el PSC votados por los mismos que temblaban cuando la revolución de colores del 1-O. Es algo increíble sabiendo como sabían que votaban a Sánchez. Por supuesto que la Constitución del 78 es el comienzo de toda esta degradación nacional. Pero lo de Cataluña me resulta difícil de entender, a no ser que estos votantes de apellidos españoles y sin (pedigree) catalán quieran efectivamente que España entera salte por los aires.
Un crimen ha sido la constitución para los españoles. Esos criminales llamados padres de la constitución, estos que salen en la foto tan sonrientes deberían ser fusilados. El bastardo de Felipe González se cargó nuestra industria, la naval, la pesquera. Estos masones inútiles que lo único que hicieron con su basura de constitución es destruir una nación, donde la gente cree que vota y eso vale para algo. No se engañen los borregos, vivimos en una dictadura donde no existe la libertad del individuo donde es inflado a impuestos, controlado por el estado y esclavizado. Esto solo lo arregla una… Leer más »
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