Francina Armengol.

ED.- El PSOE anunció el pasado martes que su elegida como candidata a presidir la Mesa del Congreso de los Diputados es la expresidenta de Baleares, Francina Armengol. La socialista ha sido protagonista de varias polémicas durante su presidencia regional. Aquí reunimos algunas de ellas:

De copas en el confinamiento

En plena vigencia de las restricciones por la Covid, Armengol fue pillada de copas en un bar en el casco antiguo de Palma. Eran más de las dos de la madrugada del 7 de octubre de 2020 cuando la Policía Local acudió al establecimiento donde el dueño alegó que no pudo cerrar antes porque «dentro del local había una autoridad», en referencia a Armengol.

De esta manera, la balear incumplía la normativa impulsada y aprobada por su propio Gobierno. El límite establecido para la apertura de los comercios era la una de la madrugada. A pesar de ello, Armengol decidió extender su fiesta que tuvo fin tras la llegada de los policías después de que los vecinos de la zona llamasen a las autoridades.

Menores tuteladas prostituidas

A finales del año 2019, una violación en grupo a una menor tutelada en Mallorca destapó toda una red de prostitución y tráfico de drogas de las jóvenes a cargo del Gobierno balear.

Además, tal y como informaron varios medios de comunicación, el Ejecutivo de Armengol conocía mucho antes que este tipo de abusos estaban ocurriendo. Aún así, decidió ocultarlo a pesar de los testimonios de distintos educadores de los centros de menores que informaron que algunas chicas aprovechaban sus permisos fuera para la prestación de servicios sexuales.

El caso llegó, incluso, a Europa donde en un informe realizado por la comisión de la Unión Europea donde se denunciaba lo ocurrido y afeaba, especialmente, la falta de medidas para evitar que volviese a ocurrir por parte del Govern.

Cartel de «jueces machistas»

El Ministerio de Igualdad, en colaboración con el Instituto Balear de la Mujer, lanzó una colección de carteles que acusaba de machistas al Poder Judicial. La exposición se colocó en el intermodal de Palma de Mallorca donde pudo verse a un juez –un hombre maduro representado con toga– preguntando a una mujer, con el brazo vendado en cabestrillo: «¿Cómo voy a creer que su marido la maltrata si usted está viva?».

La exposición provocó el descontento de los jueces que lanzaron un comunicado donde denunciaron «el desacierto de aquellas instituciones» que contribuyen «con su apoyo, al descrédito de las y los profesionales que, con esfuerzo y vocación, trabajan a diario para acabar con la detestable realidad de la violencia machista».

Catalán para los médicos

El Gobierno balear presidido por Armengol fomentó la exigencia del catalán a los médicos y enfermeros que trabajasen en sus hospitales. De 40 categorías, en 34 de ellas se necesita como requisito indispensable el manejo de la lengua cooficial.

El Govern aseguró que el equipo de Armengol tenía un «compromiso con los usuarios, la sanidad pública y con el respeto y los derechos relacionados con el uso de las lenguas oficiales de las Islas». «El catalán es un requisito para acceder a la función pública porque es innegociable garantizar los derechos de los usuarios a ser atendidos en su lengua», argumentaron a pesar del déficit de personal del que adolecen.