En el tramo final de la campaña el partido de Alberto Núñez Feijóo dispara su ventaja sobre el resto de fuerzas y podría llegar a los 156 escaños, según el sondeo de NC Report para La Razón. La campaña está sentando bien al PP, que alcanza su estimación más alta gracias al voto útil que le llega de la izquierda, pero también de Vox, después de haber absorbido a Ciudadanos. El bipartidismo se fortalece, en todo caso, dentro de cada uno de los bloques porque también el PSOE consolida su ventaja sobre Sumar, en un trasvase de votos que sigue dejando a la coalición (131-136) por debajo de los diputados que obtendría Feijóo. Por primera vez el PP se sitúa en la franja de los 153-156 escaños, con el 37,2 por ciento de los votos y hasta 4.162.890 papeletas de diferencia respecto a las elecciones de 2019. En una semana el PP ha ganado seis diputados y casi 700.000 votos. Su crecimiento en escaños, en comparación con los resultados de hace cuatro años, llega a los 67.

En paralelo, Vox se tambalea como tercera fuerza, ya que su diferencia con Sumar se reduce a un escaño. El partido de Santiago Abascal continúa adelgazando en votos y en escaños, sin que su órdago de que exigirá, en cualquier caso, entrar en el futuro Gobierno de la Nación parezca que esté sirviéndole para afianzar la lealtad de sus votantes. En comparación con los resultados de 2019, Vox pierde 908.855 votos, que en escaños supone una diferencia en contra de entre 24 y 26. NC Report estima que, de haber hoy elecciones, sus resultados se moverían en la horquilla de entre 26 y 28.

Empieza a entrar en terreno peligroso, porque perder la tercera posición con respecto a Yolanda Díaz les penalizaría en muchas provincias a costa de beneficiar a la izquierda o a los independentistas en el reparto del tercer y cuarto escaño. No obstante, a seis días de que se cierre la campaña, la derecha mantiene la mayoría absoluta (179-184 escaños), pero los datos avisan de que el hundimiento de Vox, consiguió 52 escaños en 2019, puede ser una amenaza para esa suma de la derecha si no revierte en favor de la lista de Feijóo. En la izquierda, el PSOE continúa también agrupando voto útil, de Sumar y de ERC, según las estimaciones demoscópicas. Hoy obtendría entre 106-109 escaños, cuando el lunes pasado se movía en la horquilla de los 103-105. Este reagrupamiento del voto alrededor de las siglas socialistas se traduce en que deja de perder apoyo popular, y crece en 214.280 votos respecto a los que consiguió en 2019, aunque perdería entre 11 y 14 diputados. Hace una semana la fuga de voto era de 176.581 papeletas (15-17 escaños menos que hace cuatro años).

La principal víctima es Yolanda Díaz, que sigue cayendo en votos y en escaños. Hace una semana, la comparación con 2019 y el resultado de Unidas Podemos la dejaba con 726.057 votos menos, de modo que de los 38 escaños que en la actualidad ocupa en el Congreso bajaba a 29-31 escaños. Hoy la diferencia con respecto a las últimas generales se amplía: la caída es de 922.347 votos, con una estimación en escaños de entre 25-27.

Estas oscilaciones de voto en el bloque de la izquierda pueden tener consecuencias en las batallas internas que se abran dentro de cada uno de los partidos si son desalojados de Moncloa. Pedro Sánchez podría encontrar en este resultado, de confirmarse en las urnas, más razones para rechazar la presión de sus críticos para que abandone el liderazgo del partido y deje paso a una nueva etapa al frente de la secretaria general. Este debate, con sus movimientos en la sombra, está capitalizando la atención del PSOE en el ocaso de la campaña. Del mismo modo que Yolanda Díaz tendrá un problema para gestionar el conglomerado de siglas con el que se presenta a las elecciones si sus expectativas quedan reducidas a lo que hoy pronostica este sondeo. La parte de Podemos que está dentro, y la que dejó fuera, no le facilitarán en absoluto consolidar su liderazgo, sino que más bien se anticipa una revuelta en la que Irene Montero, con Pablo Iglesias al lado, intentará tomarse la revancha de la gestión por parte de la vicepresidenta de la configuración de su candidatura.

En estos últimos días la demoscopia mantiene la apuesta por una caída de ERC, en lo que parece un trasvase de voto independentista en Cataluña a las siglas del PSC. Los de Oriol Junqueras podrían perder entre tres y cuatro escaños después de una legislatura de colaboración en Madrid con Pedro Sánchez, mientras que Junts sigue teniendo delante la posibilidad de subir un escaño (tiene ocho en el Congreso). Las elecciones municipales no salieron bien a los independentistas, ni a ERC ni a Junts, lo que les obliga a revisar sus estrategias, sobre todo en el caso de los republicanos, ante unas nuevas elecciones autonómicas que podrían adelantarse a 2024 por la debilidad de Pere Aragonès al mando de la Generalitat.

El PNV, como en los sondeos anteriores, mantiene estable a sus seis diputados, pero bajo la amenaza del sorpasso de EH Bildu en un diputado, después de que el partido de Arnaldo Otegi consiguiera ganar las elecciones municipales de mayo.