Isabel Díaz Ayuso recibe a El Debate a pocos días de que los españoles decidan qué presidente del Gobierno quieren para España. La dirigente madrileña fue una de las políticas que más kilómetros recorrió en la campaña de las elecciones municipales y autonómicas. Todos los territorios querían contar con su presencia. En esta campaña tiene una agenda algo más despejada aunque con multitud de actos en la capital de España.

Ayuso asegura que tiene que «cuidar el fuerte desde Madrid», mientras Feijóo se patea España, y gobernando la región junto a su ejecutivo recién renovado gracias a su primera mayoría absoluta. Esta entrevista se realizó un día antes de que la presidenta de la Comunidad de Madrid tenga que ser intervenida por un aborto espontáneo.

-Sin tiempo para recuperarnos de las elecciones municipales y autonómicas tenemos ya aquí las generales, ¿qué papel va a tener usted en esta campaña?

–Es una campaña que es continuidad de la otra cuando en mayo el presidente del Gobierno dimitió y ya asumió que su situación es insostenible. Ahora quedan unas pocas semanas en las que tenemos que trabajar por todo el país recordándole a los españoles lo que han supuesto estos cinco años de mentiras, de opacidad, de superioridad y, sobre todo, de un totalitarismo como pocas veces se ha visto.

Lo que estoy haciendo es configurar un nuevo gobierno, asentar las bases para una etapa nueva en Madrid con una mayoría absoluta que tiene que llevar unos contrapesos para que nadie se relaje y para trabajar todos con la máxima humildad mientras hacemos mítines en toda la geografía madrileña, en todos los pueblos, en todos los municipios, y luego ir a unos lugares fuera de la Comunidad Madrid claves.

Mientras tanto, yo, como digo, me quedo cuidando del fuerte en la retaguardia, ya que el presidente está mientras tanto por toda España viajando.

-¿Qué se juega España en estas elecciones?

–Se juega el seguir siendo una nación de ciudadanos libres ante la ley y las oportunidades. Un país que, a pesar de las discrepancias y de la lógica de pluralidad política, quiere caminar unido y en torno a una serie de valores. La otra opción es ser un proyecto donde aquellos que odian España y llevan parasitando de sus instituciones tanto tiempo ganan fuerza y nos llevan a una ruptura sin precedentes de distintas comunidades autónomas.

España no aguanta cuatro años más este proyecto que no ha aportado nada en todo este tiempo y que ahora Sánchez intenta vender como si fuera la panacea, pero todos sabemos lo que ha pasado desde que llegó. Ha sido un auténtico desastre y lo único que quiere es perpetuarse. ¿Qué va a hacer este hombre después del cargo que le ha fascinado? Con el Falcon para arriba, para abajo y no usándolo para actos de presidente del Gobierno, que es lo lógico, sino para actos de partido, actos personales, disfrutar de sus dos residencias de verano… Todo eso se le acaba y él está en su propia campaña de salvarse a sí mismo.

-Estamos a tan solo unos días de que el sanchismo pueda hacer las maletas de Moncloa, ¿cuánto tiempo lleva usted soñando con esto?

–Desde el principio. Porque no solo llegó con unas urnas de cartón a la secretaría general del Partido Socialista, es que desde el comienzo se vio claramente el tipo de presidente que teníamos debido a su falsa trayectoria y su forma de haber hecho política antes. No ha dejado de mentir, de hacer daño, de imponer, además, a través de decretos y rodillos y con los más odiadores de España, las peores leyes. Se ha visto como poco a poco ha ido erosionando las leyes educativas, la Ley de Vivienda, la imposición de esa Ley de Memoria Democrática. En pandemia fue cuando le conocimos bien en la Comunidad de Madrid y siempre soñamos con que esto acabara pronto.

-No creo que usted precisamente le fuera a echar de menos…

–A veces me preguntan «¿Qué va a ser de ustedes sin él?». Pues vivir tranquilamente y, sobre todo, viendo cómo Madrid va a florecer todavía más. Estamos viviendo unos años impresionantes de apertura, de ilusión, de ganas, pero sin ese tapón que supone el Gobierno, esto va a crecer todavía muchísimo más.

-Como periodista que es, ¿ cómo valora esas entrevistas que está haciendo Sánchez a sus ministros?

–Durante años ha despreciado por completo a los medios y ha utilizado el dinero de todos los españoles para regar con publicidad institucional a quien le ha convenido. Y ahora nos encontramos que llega al final y ha tenido un interés inusitado por ir a medios que, no es que le fueran críticos, sino que han sido un contrapoder, que es lo que tienen que ser los medios. Ya el plató de televisión que se ha marcado para echarse flores entre sus ministros es digno de un presidente que se tiene que encerrar con afiliados del PSOE para jugar a la petanca o para, supuestamente, estar con jóvenes en un piso preocupados por la vivienda. Es todo mentira en este hombre.

–Las encuestas dan como claro vencedor a Alberto Núñez Feijóo, ¿ve factible conseguir un resultado que le permitiera gobernar en solitario?

Nada me gustaría más. Cuando tienes un gobierno en solitario es un gobierno libre que, además de poder aplicar un programa electoral al completo, gobierna para todo el mundo bajo un criterio, pero ensanchando la base y haciendo las cosas con cabeza. Y cuando hay coaliciones, muchas veces eso no sucede. Yo creo que para eso tenemos que volver a las esencias, ser el mejor Partido Popular. Siempre pienso que, cuando nos vamos despistando o no hacemos las cosas correctamente, hay que preguntarle a un afiliado mayor del PP su opinión y cómo ve la situación. Rápidamente uno coge carril, vuelve a la senda y cosecha esas amplias mayorías y se convierte en esa casa común que es el PP, el partido que ha estado a la altura cuando más lo ha necesitado España.

–Mucho se habla de la futura vicepresidenta y del futuro ministro de Economía del señor Feijóo, no sabrá usted algo…

–No tengo ni idea. Feijóo es una persona que conoce bien la política y va a configurar su equipo. Igual que el equipo que tiene en Génova es un equipo de trabajo que se ha configurado en torno a un congreso, esto ya es otra etapa nueva en la que después de todos esos años al frente de distintas administraciones y responsabilidades, le va a acompañar conociendo exactamente qué es lo que quieren cada en cada cartera.

–¿No será usted esa vicepresidenta?

–No, no, yo estoy al servicio de España desde Madrid. No voy a cambiar el discurso nacional. Sería insensato ser ahora otra persona o ver la vida de otra forma diferente.

Él ha estado en Galicia 14 años. Yo llevo cuatro. Si es que acabo de llegar. No veo que sea un hombre al que le guste provocar crisis institucionales ni desarmar nada, porque además tiene un gran banquillo. Tiene un equipazo.

–Puigdemont aseguró que gente del PSOE le ofreció un indulto, ¿le cree?

Absolutamente, pero no porque crea a un prófugo de la justicia, sino porque no creo nada de un gobierno que vendería al mejor postor lo que fuera con tal de seguir ahí. Es una indignidad todo lo que estamos viendo: han borrado delitos del Código Penal, han eliminado directamente algunos delitos.

Están entregados en cuerpo y alma a Bildu y a los independentistas.

–En todos los comicios se refleja que Vox perdería escaños en relación a 2019, ¿ve factible que aquellos que dejaron el PP y se fueron a Vox puedan volver a votarles?

Siempre he apelado a las grandes mayorías en torno a mi partido. Sería insensato no hacerlo. Si no, no estaría en él si no pensara que es el mejor, pero que también cuando ha hecho falta o cuando la situación es grave, hay que elevar la vista y buscar aquello que nos une para ser aún más. Ahora, si la actitud va a ser ir contra el Partido Popular como no ha dejado de hacer Vox en toda la campaña, yo voy a apelar a que tengamos la más amplia mayoría para que no pase como a mí en estos años que me han tumbado presupuestos, que me han echado atrás leyes que era fundamentales, inversiones. Mejor ser un gran partido otra vez y ser la verdadera alternativa fuerte.

–Usted últimamente habla de construir el mejor PP, ¿qué es lo que había hasta ahora?

–En algunas ocasiones nos hemos dedicado a hablar bien de economía, o también a hablar de gestión, pero aquí hay que hacer algo más y es defender una forma de ver la vida y en torno a unos valores. Para eso se nos vota, porque si no, ¿quién lo va a hacer?; si nosotros no hablamos de la importancia de la vida, ¿quién lo va a hacer?; y si no hablamos del respeto a la propiedad y al trabajo, la cultura del esfuerzo, ¿ quién lo va a hacer?; si nosotros no respetamos a la discapacidad y la calidad de la enseñanza y alejamos las aulas de ideología política, ¿ quién lo va a hacer? ¿Lo va a hacer este gobierno que utiliza el ecofeminismo resiliente con perspectiva de género en las Matemáticas y que utiliza las escuelas, la cultura y los medios para imponer un rodillo y que solo se pueda pensar de una manera? Somos los de la libertad que es el otro bien más preciado que tiene el hombre en la vida. Si no hablamos de todas estas cuestiones y tenemos claro unas bases, al final dejas de ser reconocido y reconocible. Creo que eso nos tiene que hacer pensar por qué hemos perdido en ocasiones tantos votos y por qué tanta gente se ha visto defraudada.

–Usted fue una de las líderes del partido que abogó por que PP y Vox llegaran a un acuerdo en Extremadura como así ha sido, ¿Se ha tenido que comer María Guardiola sus palabras como aseguró Moreno Bonilla?

Lo que ha hecho, yo creo, es darse cuenta de que no se nos vota en las comunidades autónomas y en el resto de España para hablar solo de unos temas. A mí me parece muy bien y creo que cada uno es libre de defender banderas que considera que son causas personales, pero el votante del PP y la gente que en Extremadura está muy cansada del socialismo, estoy convencida de que lo que quiere es que haya un tren que llegue a su hora y no que se quede en mitad del campo a 30 o 40 grados como ocurre tantas veces, porque han abandonado esta comunidad autónoma. Una región que tiene ese patrimonio natural, esos parques nacionales naturales tan espectaculares, como el de Monfragüe. Es una de las de las comunidades autónomas más bonitas que hay.

Todo lo bueno que tiene Extremadura o lo ha heredado de antepasados o lo levanta el ciudadano y la empresa con su trabajo como ganaderos, agricultores, arquitectos, abogados. ¿Qué están esperando del Partido Popular? Pues pagar unos impuestos, flexibilizar el mercado, proteger el patrimonio natural, proteger a la familia, las tradiciones, buscar las vanguardias y no estar todo el día a la sopa boba con los debates que le interesa a la izquierda.

El Debate