José Ángel Antelo, acompañado por su directiva. Foto: VOX

“En Murcia comienza la reconquista”, dijo Lourdes Méndez la noche electoral para celebrar que la Región era la única comunidad en la que Vox había quedado como primera fuerza con el 28% de los votos en las elecciones generales de noviembre de 2019. Méndez fue una de los tres diputados de Vox elegidos en la Región de Murcia.

A los pocos días Santiago Abascal cortaba la cabeza de toda la dirección provincial y ponía al frente de una gestora al exjugador de baloncesto y portavoz en el Ayuntamiento de la capital murciana, el incompetente José Ángel Antelo, que terminaría siendo elegido presidente y quien, a día de hoy, continúa siendo la única figura reconocida de un partido sin cimientos en Murcia.

Desde entonces no han cesado los problemas en la comunidad que fue el principal granero de votos del partido verde. En la Asamblea murciana, los diputados Juan José Liarte, Francisco Carrera y Mabel Campuzano, actual consejera de Educación y Cultura, lograron por vía judicial que se les devolviera su condición de afiliados tras ser apartados por denunciar presuntas irregularidades en la financiación del partido en Murcia, así como un fraude electoral en tentativa.

Es en los ayuntamientos, sin embargo, donde la sangría de Vox no hace más que crecer. Ya han perdido a casi la mitad de los ediles que salieron elegidos en 2019.

En mayo del pasado año dimitió Nuria Almagro, la única concejala de Vox en Águilas, harta del maltrato de su propio partido.

Anterior a ella también lo hicieron los dos concejales que ostentan la representación del partido en el Consistorio de Totana, Rosa Giménez y Miguel Ángel Martínez, presentaron un escrito de renuncia en el que manifestaban su deseo de abandonar el grupo municipal y mantenerse como concejales no adscritos. Una decisión que el Pleno municipal ratificará el próximo lunes 13, según informó el alcalde del municipio, Juan José Cánovas, de Izquierda Unida, lo que provocará la disolución del grupo municipal de la formación de Abascal en el Consistorio. Hay que reseñar que Giménez y Martínez ocupaban los puestos 5 y 6 en la lista municipal de Vox. Los cuatro que le precedieron decidieron abandonar el partido.

En el municipio de Cieza, los dos primeros de la lista de Vox, mujer y hombre, abandonaron el partido. Ella renunció al cargo de concejala y su compañero es ahora edil no adscrito, recientemente afiliado a Valores.

En Puerto Lumbreras, tanto la cabeza de lista como el segundo de la candidatura, que acaba de incorporarse a Valores, abandonaron la formación de Abascal y pasaron a formar parte de los no adscritos.

Esta crisis interna se extendió al Ayuntamiento de Águilas, donde la ya exconcejala de Vox Nuria Almagro denunció ante la gestora lo que ella considera «falta de ética e irresponsabilidad» del asesor Alejandro Yepes, contratado como secretario de Vox en el Ayuntamiento, con el visto bueno de Recursos Humanos de Madrid. Un trabajador al que ella cesó al descubrir un comportamiento no ejemplar, y que no se correspondía con los principios éticos de esta formación política. Tras apartarlo, el partido le presionó para que volviera a contar con él y ante su negativa, Vox lo nombró el 11 de abril coordinador en Águilas.

Almagro tuvo conocimiento de determinadas circunstancias de la vida de Daniel Alejandro Yepes poco ejemplares, que incluso ha puesto en conocimiento de las secciones de fraude de la Agencia Tributaria y la Seguridad Social. A ello hay que sumar actitudes de falta de respeto, como así se lo hace saber la concejala a José Manuel Martín, del departamento de Recursos Humanos de Vox en Madrid. «Ha llegado a la falta de respeto hacia mi persona, como llegar a gritarme», comenta Almagro en un mensaje enviado por WhatsApp, y que forma parte de la documentación remitida al Comité de Garantías.

A pesar de estas denuncias, siempre según la versión de Almagro, la situación no mejora y ella comunica tanto a Madrid como a la tesorera de la Gestora en Murcia, Carmen Meduiña, su intención de cesar a Yepes. El cese se produce el 21 de febrero, pero horas después de este cese, José Manuel Martín, del departamento de Recursos Humanos de la dirección nacional, y el presidente de la Gestora de Murcia, José Ángel Antelo, le piden que revoque el cese y que lo contrate de nuevo.

Almagro le insiste a Antelo que «Alejandro es un peligro» y se niega a volver a contratarlo: «No. No lo voy a contratar. No trato con delincuentes. Ha tenido acceso a información muy sensible y no voy a permitir que siga teniendo acceso a esa base de datos».

Las primeras alertas llegaron a la dirección nacional el 20 de febrero, en un escrito de alegaciones, en el que Nuria Almagro pide «a quien corresponda que aclare la situación». El 17 de mayo, en otro escrito, advierte de la «irresponsabilidad grave de su nombramiento como coordinador».

La concejala en Águilas compartió grupo municipal con otros dos concejales de Vox, ambos desvinculados del partido en la actualidad.

En San Pedro del Pinatar se vive una situación similar. Sus dos concejales, aunque siguen siendo militantes de Vox, apenas tienen relación con la dirección del partido por sus continuas desavenencias con el presidente Antelo y su equipo. En una reciente visita de Iván Espinosa los miembros del CEP, se negaron incluso a saludar a estos concejales.

La situación no es mucho mejor para la concejala de Vox en San Javier, Isabel María Ferrer Asensio, condenada al ostracismo por sus diferencias con Antelo.

En Cartagena, el edil Gonzalo Abad fue expulsado del partido debido “a una pérdida total de confianza y a un expediente sancionador del Comité de Garantías, que supuso su salida inmediata de la formación.

Por si fuera poco, en los mentideros del partido se apunta a que que Aurora Ortega Navarro, concejala en Alcantarilla, estaría muy cerca de entrar a formar parte de Valores, el partido de Alfonso Galdón. También en Alhama hay conversaciones que podrían fructificar en nuevas deserciones para Vox.