El tanque Challenger 2.

Las declaraciones del ministro de las Fuerzas Armadas británicas, James Heappey, sobre los cartuchos perforantes de uranio empobrecido enviados por Londres a Kiev sugieren que Occidente busca convertir a Ucrania en “un vertedero radiactivo”, afirmó este miércoles la Embajada rusa en Reino Unido.

Los comentarios de la misión diplomática rusa vienen después de que Heappey admitiera el martes que el Ministerio de Defensa británico no está supervisando el despliegue de este armamento destinado a los tanques Challenger 2 ya entregados, y que la responsabilidad de ello recae supuestamente en las autoridades de Ucrania.

En este sentido, la legación rusa señaló que Londres no asumió ninguna obligación de eliminar las consecuencias del uso de municiones radiactivas una vez finalizado el conflicto. “A estas alturas resulta evidente que Occidente pretende que Ucrania se convierta no solo en un ‘campo de tiro’ militar antirruso, sino también en un vertedero radiactivo, con las graves consecuencias que ello tendría para la salud de los residentes y el medioambiente”, reza un comunicado.

Actualmente, el uso del uranio empobrecido sigue siendo una cuestión controvertida y suscita la desconfianza de diversas organizaciones y Estados debido a su potencial contaminante. Sin embargo, Heappey había señalado que Londres pretende ayudar a Ucrania a salir del conflicto como “un país seguro, próspero y libre”, algo que los diplomáticos rusos tacharon de una “hipocresía”.

“Los comentarios de James Heappey son un sombrío testimonio de la crueldad de la política anglosajona de una escalada total del ‘conflicto indirecto’ que ellos mismos desataron en Ucrania”, aseveró la Embajada. “Pedimos a las autoridades británicas que no se dejen llevar por esperanzas ilusorias de que podrán salir indemnes haciendo responsables a las Fuerzas Armadas de Ucrania de la munición tóxica de la que ahora disponen”, agregó, reiterando que Londres no logrará trasladar “la culpa de sus crímenes” al Gobierno ucraniano.