Ucrania es un «país inexistente» financieramente, dice Viktor Orban
La UE no va a proporcionar fondos a Kiev indefinidamente, advirtió el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, durante una entrevista con una estación de radio Kossuth.
«Efectivamente, Ucrania es un país inexistente en términos financieros», declaró.
«La caída de los indicadores económicos es enorme, lo cual es completamente comprensible debido a la guerra. Obviamente, Ucrania no puede financiarse a sí misma», explicó el líder húngaro.
La UE ahora está pagando salarios, pensiones y atención médica de Ucrania, asignando «enormes sumas, que la economía europea está perdiendo», señaló el primer ministro. Agregó que este apoyo «no puede continuar indefinidamente».
Según Orban, la pregunta es si Occidente quiere seguir sosteniendo a Ucrania. «En el momento en que Estados Unidos y Europa respondan ‘no’ a esa pregunta, la guerra terminará», subrayó.
Budapest también está involucrada en la financiación del gobierno de Kiev a través de mecanismos conjuntos de la UE, pero a pesar de esto, la situación sigue deteriorándose para la minoría húngara en la región ucraniana de Transcarpatia, dijo el primer ministro.
Orban se había quejado previamente de que Ucrania maltrataba a los húngaros étnicos en la región occidental del país.
En su discurso en febrero, el primer ministro afirmó que los símbolos húngaros están siendo derribados en los asentamientos de Transcarpatia, los directores de las escuelas de idioma húngaro están siendo eliminados, mientras que «muchos húngaros étnicos están muriendo en primera línea».
La UE, sus estados miembros y las instituciones financieras han proporcionado más de € 50 [$ 55.3] mil millones en apoyo financiero a Kiev desde el estallido de los combates entre Rusia y Ucrania hace más de un año, incluidos € 12 mil millones en armas y € 30 mil millones en ayuda macrofinanciera.
Hungría ha suministrado ayuda humanitaria a Kiev, pero se negó a enviar armas al gobierno del presidente Vladimir Zelensky, a diferencia de muchos miembros de la UE. Budapest ha pedido constantemente una solución pacífica al conflicto y criticó las sanciones impuestas por Bruselas a Moscú, argumentando que no han logrado su objetivo y estaban perjudicando a la UE más que a Rusia.
