Harto de feminismo
Ramón Reig.- Hay un feminismo muy respetable y otro que no lo es, eso es lo que opino libremente porque es mi derecho y mi deber expresarme de esta manera. Y no voy a respetar al feminismo que me dice cómo tengo que hablar, yo respeto a los jueces y a las personas con autoridad, por ejemplo, en el uso del idioma, pero no a quien por motivos ideológicos pretende decirme cómo tengo que hablar, que pensar o que escribir, ni escribo al dictado de la derecha, ni de la izquierda, ni de católicos, protestantes, machistas, homosexuales o feministas, sólo me debo a mi conciencia, a los hechos y al estudio de la historia.
Si quiero decir violencia familiar lo digo y lo sostengo, si prefiero crimen familiar o violencia doméstica, también, si me inclino por esos términos en lugar de por violencia machista o crimen machista, lo mismo. Si me niego a hacer el ridículo y escribo en neutro en lugar de aplicar continuamente el llamado lenguaje inclusivo, lo hago; si me resulta ya del todo patético anotar palabras con una arroba o con una equis para así dar cabida a ambos sexos, tiro a la basura esa forma de redactar hasta que desde la Real Academia me digan lo contrario, yo escucho a los que saben, no a los iconoclastas que no saben nada y que hablan con el hígado, de esos también se aprende pero lo que no hay que hacer.
Es una evidencia que la mujer ha sido humillada durante toda la Historia y antes, y es una evidencia que ahora pretenden ciertos movimientos feministas con poder en las alturas llevar a cabo un pendulazo y desmembrar a la especie, no pienso luchar contra el hombre codicioso que está destrozando el mundo y encima contra la mujer que desea destruirme porque ha llegado a esa conclusión leyendo sólo un aspecto de la película humana. No me voy a dejar que me metan en el saco de “los hombres” como carentes de presunción de inocencia y potenciales asesinos.
Llevo trabajando desde 1974 y cotizando desde 1979, nunca he dejado de trabajar y he podido comprobar las mejoras muy considerables que se han ido produciendo a favor de los derechos de las mujeres, está claro que hay que insistir más en esos derechos -sin olvidar los de los hombres, los del ser humano-estoy harto de tanto victimismo por parte feminista, las mujeres asesinadas son caldo de cultivo para que aumente ese victimismo y se logren más derechos que acaban siendo privilegios, los hombres asesinos no le están haciendo ningún bien a su propio género porque, junto a su acto deleznable, les dan motivos a ciertos sectores del feminismo ignorante y fundamentalista para que todos los varones seamos considerados asesinos y aparezcan leyes que primero disparan y luego preguntan y pueden tirar por tierra una carreta personal y profesional que un hombre ha desarrollado con todo su esfuerzo.
Lo he dicho otras veces. Una alumna me denuncia porque yo -falsamente- haya abusado de ella en una tutoría y se ha terminado para siempre Ramón Reig, con todo el esfuerzo que ha hecho mi familia, mis profesores y yo mismo para lograr lo que he logrado. Aunque años después se demuestre mi inocencia todo ha terminado para mí porque el primer mensaje es el que queda y la sombra de la duda, mata. De ahí que en la universidad existan profesores que desarrollan sus tutorías con las puertas de sus despachos bien abiertas. Aun así, no me voy a arrugar ante toda esta dictadura feminista que se cree que porque no se diga crimen machista o cosas parecidas ya somos cómplices de los criminales o criminales en potencia nosotros mismos.
Por cierto, el judaismo es matriarcal y en España mandan los judios desde 1978, quizas eso explica el exito tan rotundo que tienen en nuestro pais las mafias feministas de las denuncias falsas.
Mientras quede una sola “feminista” ganando dinero a costa de los crimenes pasionales no habra justicia, no hablo solo de las asociaciones que ponen denuncias falsas, hablo tambien de las juezas y fiscalas de los juzgados especiales donde se juzgan los crimenes pasionales con victima femenina.